Banca de Desarrollo para evitar cementerio de empresas en C.R.
Randy Gordon Cruickshank*
La factura que deja el Covid-19 a la economía del país es enorme, cuando esta pandemia pase es necesario realizar acciones de choque para lograr sacar las empresas a flote y mantener el empleo. El Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) hoy más que nunca debe funcionar, el lavado de manos es la herramienta más poderosa y eficaz contra el coronavirus, así también debería de ser la Banca para el Desarrollo el mejor aliado para preservar las empresas, el empleo y realmente reactivar la economía del país.
Banca de Desarrollo tiene amplio potencial para financiar empresas, emprendimientos, propiciar la generación de nuevos puestos de trabajo y encadenamientos económicos, y además ser un importante catalizador para lograr la inclusión financiera de sectores y zonas que históricamente han sido excluidas en el país, como lo es hoy, por ejemplo, Limón en general, pero particularmente Cahuita, Tortuguero y Caribe Sur.
Si revisamos la normativa que crea el Sistema de Banca para el Desarrollo, incorpora en el artículo 7, mandato legal de dar atención prioritaria a varios sectores vulnerables, así como proyectos viables que se realicen en zonas de menor desarrollo, sin embargo, la SBD está en deuda con el país, el sistema asimismo requiere hacerse una autoevaluación que determine con exactitud cuáles son las razones que explican su poca eficacia, la no generación de mayor inclusión financiera y su poco impacto a nivel empresarial en el país.
Algunas de las razones que explican esta situación a juicio de quien suscribe pueden estar en primera instancia relacionadas con la conformación sectorial actual del Consejo Rector, pues si vemos el artículo 12 de la Ley 9.274, se evidencia cómo no se incorporan sectores muy importantes de la economía nacional, se puede notar la ausencia del sector privado y a nivel de Gobierno, el gran ausente es el Ministerio de Turismo.
Es impensable no dar espacio en tan importante foro a la industria que antes de la crisis sanitaria aportaba al PIB 8.2%, razón por la que firmemente creemos que es urgente modificar la ley, así como la conformación del Consejo Rector, para que en la fórmula participe el sector turismo, mayor participación del sector privado y sin duda un actor fundamental que debe tener su silla propia es el sector bancario y financiero, quien al final es el vehículo encargado de llevar los fondos a las empresas.
Por lo dicho hoy tenemos claro que la conformación del Consejo Rector debe cambiar por ser insuficiente, vemos cómo SBD imputa los resultados del poco acceso al crédito, la poca inclusión financiera, así como su baja colocación de avales y garantías, a los operadores del sistema, o sea los bancos, alegando que estos no solicitan los recursos y su poco apetito al riesgo hace que como un todo el Sistema de Banca para el Desarrollo en Costa Rica no funcione.
En mi opinión si no queremos que el país se convierta en un cementerio de empresas, que aumente más el desempleo, es urgente una inyección de capital al sector productivo nacional y para que eso suceda, y para que los bancos estén dispuestos a hacerlo, hay que entender que hoy más que nunca existe una terrible incertidumbre en muchos sectores, principalmente el turismo, actividad que hoy presenta “temporada cero ingresos”.
Además no se conoce a ciencia cierta cuándo se reabrirán fronteras, ni en definitiva con qué rapidez se logrará recuperar el sector, es muy importante para los bancos, los mejoradores de garantía, los llamados en el sector financiero “mitigadores de riesgos” y es clave activar instrumentos que el propio Sistema de Banca para el Desarrollo tiene, que permitan garantizar el repago de las operaciones de crédito a los bancos, para ello en definitiva y en tiempos de crisis es clave pensar diferente, ser innovadores y que SBD asuma un poco más de riesgo, caso contrario lo que sigue es darles los “santos óleos” a las casi ya difuntas empresas.
Por ello para garantizar la continuidad empresarial en el país, proteger el empleo existente y promover la reactivación económica en el marco de Banca de Desarrollo se pueden proponer las siguientes medidas: • Modificar la actual Ley de Banca para el Desarrollo, a fin de variar la conformación del actual Consejo Rector, para incorporar al Ministerio de Turismo, un representante de Canatur, un representante de Uccaep y un representante de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC). • Reformar el modelo actual de avales de cartera para mayor facilidad, definiendo que sean por un 90% del monto del crédito en caso de emergencia y 75% en condiciones normales, tal como se define para avales individuales.
• Eliminar la condición de insuficiencia de garantía para créditos de capital de trabajo, puesto que existe una desproporcionalidad en los bancos de solicitar garantías reales para líneas de capital de trabajo (menores a 3 años) • Dar potestades al SBD para que realice los modelos de avales con la información histórica y agregada de todos los fondos de SBD. • Eliminar conceptos operativos contenidos en la Ley, que deben ser trasladados a un reglamento con el propósito de hacer más ágil la aplicación de los avales y además revisar las tarifas que cobra SBD en comisiones, pues un 3% de comisión anual sobre el monto avalado, tomando en cuenta que hoy la tasa básica pasiva es de 3,8%, pareciera ser muy oneroso.
*Presidente Federación de Cámaras del Caribe
