Viernes 26, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Una Semana Santa diferente

EDITORIAL

Hemos estado acostumbrados a que la Semana Mayor sea de gran movimiento, actos religiosos en todo el territorio nacional y afluencia de vacacionistas nacionales y extranjeros. 

Pero esta será una Semana Santa muy diferente para Costa Rica y el mundo entero dada la pandemia que ya se cobra la vida de más de 55 mil personas y mantienen en cuarentena a más de 4 mil millones de habitantes del planeta para tratar de frenar los contagios. 

El papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, ofició ayer la eucaristía del Domingo de Ramos con una mínima participación de fieles en la Basílica de San Pedro, en Roma, Italia. 

La misma fue televisada para millones de creyentes y aprovechada por el Santo Padre para pedirle a la humanidad que no se desanime y recobre la vida de lo esencial en medio del confinamiento que no tienen precedentes. 

Rememorando la entrada de Jesucristo en Jerusalén montado en un borrico y sabiendo que pocos días después sería crucificado, el Papa Francisco dijo: “El drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor”.

Y agregó: “Hoy, en el drama de la pandemia, ante tantas certezas que se desmoronan, frente a tantas expectativas traicionadas, con el sentimiento de abandono que nos oprime el corazón, Jesús nos dice a cada uno: ‘Ánimo, abre el corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios, que te sostiene’”. 

“Queridos hermanos y hermanas: ¿Qué podemos hacer ante Dios que nos sirvió hasta experimentar la traición y el abandono? Podemos no traicionar aquello para lo que hemos sido creados, no abandonar lo que de verdad importa. Estamos en el mundo para amarlo a Él y a los demás. El resto pasa, el amor permanece”

“De este modo, en casa, en estos días santos pongámonos ante el Crucificado, que es la medida del amor que Dios nos tiene. Y, ante Dios que nos sirve hasta dar la vida, pidamos la gracia de vivir para servir. Tratemos de contactar al que sufre, al que está solo y necesitado. No pensemos tanto en lo que nos falta, sino en el bien que podemos hacer”, aconsejó.

“Es cierto que puede costarnos amar, rezar, perdonar, cuidar a los demás, tanto en la familia como en la sociedad: puede parecer un viacrucis… pero el camino del servicio es el que triunfa, el que nos salvó y nos salva la vida”, enfatizó el Pontífice. 

Para los fieles católicos se conmemora la muerte y resurrección de Jesús, quien vino a este mundo para someterse a sí mismo por la salvación de la humanidad.

Se trata de un acto de total entrega por amor a las personas. Se refiere a un momento de cambio que impactó a los seres humanos. Hoy, a más de dos mil años de haber sucedido aquel hecho, sigue encendiendo en los corazones de quienes profesan esta religión una fe inquebrantable que se basa en lo que no podemos ver.

Precisamente, el cambio en nuestras vidas es un llamado a la reflexión, y esa introspectiva no se restringe a religión alguna. 

En medio del ajetreo diario, se hace justo y necesario detenernos para pensar: en lo que hemos hecho, estamos practicando y podemos efectuar con nuestras vidas para el bienestar personal y el de quienes nos rodean o conviven a nuestro alrededor.

Cuando se habla de un cambio, no significa que estamos haciendo las cosas mal, pero como todo en la vida siempre hay áreas en las cuales podemos mejorar como personas, en los hogares, en el trato con los demás en las comunidades, o incluso en los centros de trabajo o de estudio.

Esta reflexión sirve para fijarnos nuevas metas que nos permitan ver con más sinceridad la vida, y recobrar energías para salir adelante, pese a que estemos rodeados de problemas.

Es bueno pensar que siempre estamos en capacidad de aportar un granito de arena para el beneficio colectivo, que por añadidura recae en nosotros mismos, a este concepto se le llama también ser solidario y hacer Patria.

Si bien es cierto, como país Costa Rica enfrenta hoy una serie de retos para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. 

Que esta Semana Santa nos inspire para poner las barbas en remojo y tomar nuevos bríos con el propósito de ser humanos de calidad y construir un país más fuerte, pero ante todo respetuoso, solidario y responsable. 

No nos desanimemos, seamos capaces de renovarnos como personas, como padres, madres, hermanos, hijos, como empleados y ciudadanos.

Ocupe estos momentos para reflexionar y meditar en paz con sus seres queridos.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 06 Abril, 2020

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA