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Nacionales

Contrabando deja pérdidas de ¢58.000 millones al año

De licores y cigarrillos

  • Fernando Rodríguez insiste en que no existe una discusión técnica del tema

  • Aplicar un mecanismo de trazabilidad a las bebidas alcohólicas y aprovechar esta oportunidad para también incluir a la industria de cigarrillos brindaría mayores ingresos fiscales al país, pero tambié

Fernando Rodríguez, ex viceministro de Ingresos del Ministerio de Hacienda, explicó a DIARIO EXTRA por qué aplicar un mecanismo de trazabilidad a las bebidas alcohólicas y aprovechar esta oportunidad para también incluir a la industria de cigarrillos brindaría mayores ingresos fiscales al país, pero también un beneficio social a la población.

Lo anterior a raíz de la discusión que se mantiene en el Congreso del expediente 20.961, el cual ha estado rodeado de polémica, y de la oposición de algunos medios de comunicación y el sector industrial. El exfuncionario pide que este tema deje de politizarse y comience una discusión técnica al respecto. 

¿Qué es un mecanismo de trazabilidad? 

-Es una forma de identificar el producto legal y poder diferenciarlo del ilegal. Se incluye un código, por ejemplo QR, que en algunos casos se imprime en las chapitas de las botellas de licores o un cintillo que se coloca en el cuello de la botella, con sistemas holográficos, con calcomanías, que usan por ejemplo las gorras o prendas de marca, e incluso tecnología más moderna que emplea una especie de chip que algunos supermercados utilizan para evitar robos. En esto participan casas de producción de billetes a nivel mundial y empresas tecnológicas que desarrollan diferentes mecanismos. Lo que se busca es que la persona pueda identificar que ese producto, que esa botella es legal, que está registrado, y me da una información que me permite identificar cuándo se produjo, cuál es el número de lote y si tiene un permiso de salud.

¿En la práctica cómo funciona?

-Si soy la Policía de Control de Fiscal y voy a una licorera o un supermercado podré identificar cuál producto es ilegal y decomisarlo. Facilita la labor de fiscalización. Aquí hay un dato que no se ha dicho: mucho producto ilegal está mezclado con legal. Entonces hay supermercados en zonas rurales donde alguien les vende licor que parece legal, cuando en realidad es una mezcla de botellas verdaderas con adulteradas o licor legal importado con licor obtenido ilegalmente. Así es como se blanquean el licor y otros productos.

¿Por qué para Hacienda es valioso contar con estas herramientas?

-Esto permitiría llevar un control de la cantidad de producción local y contrarrestarlo con las cantidades que se están importando para luego de ver el consumo conocer el tamaño de la brecha. En cigarrillos, por ejemplo, ha costado mucho saber cuál es la cantidad de contrabando que se consume y lo que se hace es una estimación, no se tiene datos exactos. Permitiría un mayor control de producto legal que se dice es de exportación y se vende en el mercado local.

El ex viceministro Nogui Acosta afirma que obligar a Hacienda a aplicar un mecanismo de trazabilidad puede prestarse para negocios ilegales. ¿Qué opina?

-Lo complicado de esas palabras es que el Estado siempre hace compras y precisamente lo que se tiene que procurar es que sean transparentes, que se hagan mediante un proceso donde haya competencia, que se adquiera al menor costo posible, entre otras cosas. Pero las compras públicas no son un pecado.

El argumento de los industriales es que el mecanismo de trazabilidad encarecerá el producto. ¿Qué opina?

-El argumento es cierto, pero no por eso significa que deba descartarse, por dos razones. Primero porque hay un costo social que debemos solventar con la tecnología, porque se sigue contrabandeando licor, e incluso se han cobrado vidas humanas, y también las empresas legales pierden. Además hay formas de compensar ese costo. El tema no se ha discutido desde el punto de vista técnico, sino que se ha politizado. Si yo fuera la industria le digo al gobierno “bueno, asumo el costo de la tecnología, pero ¿usted cómo me lo va a compensar?”. Una opción es que haya una reducción pequeña en el impuesto que existe y otra que ha operado en Chile, donde el gobierno reconoce ese costo en el pago de impuestos. Es decir, hay forma de cubrir esos costos para que el producto no se encarezca, pero siempre pensando que hay ventajas significativas para la sociedad.

Hacienda dice que implementar el sistema costaría entre ¢3.365 millones y ¢154.642 millones. ¿Por qué montos tan distantes?

-El costo va a depender de la tecnología que se aplique, pero aquí pareciera que solo hablamos que existe una sola técnica cuando hay varias, como ya expliqué, lo que hace que los costos disminuyan. También el costo baja si el volumen al que se le aplica es más grande. Siendo viceministro ya había tenido contacto con varias de estas empresas, así lo explicaron y no era tan caro, y si se contrataba el servicio para ser aplicado en licores y otros productos el costo todavía podría bajar más, incluso se pensaría en incluir las medicinas porque hay mucho contrabando de medicamentos.

¿Le ha faltado al tema un análisis más técnico y menos político, como usted asegura? 

-En una contratación de este tipo lo primero que se debe hacer es un estudio de mercado para determinar costos y beneficios. Solo en cigarrillos y licores el país pierde cada año $100 millones (más de ¢58.000 millones) por contrabando. Entonces me dicen que esto cuesta ¢3.500 millones ($6 millones) y tengo al frente $100 millones para conseguir de más, es evidente que la tecnología puede ser rentable. Lo que se debe asegurar es un proceso de contratación transparente, que se contrate la empresa que ofrezca el servicio a menor costo y que sea una tecnología que impacte otras áreas. Sigo pensando que es positiva la implementación de estas tecnologías, no es solo SICPA y Figueres. Insisto que hay muchas más empresas y todas ofrecen lo mismo: diferenciar el producto ilegal del ilegal. 

¿Si soy una gran empresa que produce bebidas alcohólicas debería preocuparme por que se establezca un mecanismo de trazabilidad?

-Lo que me dijeron es que no les interesaba que exista un mecanismo de estos, no tanto por el control del contrabando y el producto en sí, sino porque temían que Hacienda tuviera más control sobre la cantidad de producción y los ingresos que recibían, eso los obligaría a pagar más impuestos. Pero el que nada debe nada teme. Si están haciendo las cosas como debe ser, la inclusión de estas tecnologías no debería preocuparles. Que se preocupen por lo que cuesta es legítimo, pero hay formas de solventar eso.

PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro

CRÉDITOS: Foto: Archivo

EMAIL: [email protected]

Lunes 18 Noviembre, 2019

HORA: 12:00 AM

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