Los últimos decomisos de aeronaves que han realizado las autoridades del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA) haceN sospechar que los narcotraficantes están utilizando ultraligeros en sustitución de las avionetas que vienen del sur del continente y con las matrículas clonadas.
Juan Luis Vargas, director del SVA, explicó que estas naves son más pequeñas, tienen menos potencia y menos horas de vuelo.
“Suelen viajar dos personas con no más de 200 kilos de droga, pueden volar hasta 6 horas seguidas, lo que podrían atravesar el país de sur a norte fácilmente a una velocidad promedio de 187 k/h y aterrizar en una pista de 600 metros de largo y 8 de ancho”, explicó.
Agregó que son aparatos de bajo costo, muy económicos y pueden gastar entre 6 y 8 galones por hora, es decir, gasta más una motocicleta y no ocupan modificaciones significativas, hacen poco ruido y tienen 110 caballos de fuerza.
Vargas comentó que en las últimas dos incautaciones de aeronaves encontradas en suelo costarricense, las investigaciones arrojaron que tenían matrículas alteradas, sin embargo, no se encontró droga dentro de la aeronave.
“Hemos visto un incremento en vuelos ilegales de este tipo de aparatos, que no es la misma monomotor Cessna 206, que suelen utilizar para transportar carga ilegal a una velocidad de hasta 240 k/h y que requiere más requisitos. Pueden volar a muy baja altura hasta ocho horas seguidas para no ser detectados por los radares. Además transportar hasta 400 kilos de droga en un solo viaje que podría abarcar de Colombia a México sin hacer escala”, detalló.
El jefe de SVA agregó que los Cessna son acondicionados por ingenieros en aviación que instalan mangueras en la bomba que llegan al tanque para llevar más cantidad de combustible.
EVIDENCIA QUE DELATA
Recientemente las autoridades han decomisado en diferentes sectores del país miles de litros de combustible para vehículo que es utilizado por este tipo de aeronaves. No descartan que sea comprado a bajo precio por narcotraficantes que requieren que la carga llegue a su destino sin que sea decomisada por la policía.
Además, se ha incautado artefactos luminosos que se utilizan para colocar en pistas clandestinas, en su mayoría en la Zona Norte, para que el piloto se guíe en el aterrizaje y despegar durante la noche sin despertar sospechas.
Todo hace presumir que los ultraligeros salen de Colombia con la droga, pasan a baja altura el espacio aéreo panameño sin ser detectados y aterrizan en fincas del sur de nuestro país. Para el aterrizaje ocupan las mismas calles de lastre, en estos lugares se abastecen de combustible y luego continúan su recorrido final hasta Estados Unidos.
Fuentes policiales mencionaron que han descubierto más de 30 pistas clandestinas, en algunos casos administradas por personal de fincas, en que por lo general sus patronos desconocen la actividad extra a la cual se dedican sus trabajadores.
Un piloto costarricense vecino de Moravia, que tiene un ultraligero y acostumbra a viajar a México está desaparecido y su aeronave podría estar en Guanacaste en manos ajenas. En el aeropuerto Tobías Bolaños en Pavas y en su vecindario tienen más de un año de no saber nada de él.