A poner la casa en orden

Editorial

Hace varios días en el país se vive una gran incertidumbre por el tema de la reducción de la cesantía.

En un principio se habló solamente de los empleados del Banco Crédito Agrícola y luego se extendió al resto de los trabajadores públicos, sin que haya una certeza sobre el tema debido a que hasta el momento ninguna persona ha salido a decir “esta boca es mía”.

Con el pasar de los días la situación se ha puesto tan tensa que muchos empleados de diferentes instituciones han decidido interponer su renuncia para evitar perder el privilegio.

El problema no es si se van, sino que al parecer eso no está totalmente claro.

Puede ser que muchos estén renunciando a pesar de que aún les reste tiempo para pensionarse por miedo a perder el dinero que significaría la reducción de ese derecho, que tenemos todos los trabajadores.

Algunas instituciones lo tienen para un periodo de 8, otros para 12 y algunos hasta por 20 años.

No es para menos. ¿Se imagina que usted esté cerca de pensionarse, le ha hecho números a todo ese dinero que va a recibir y de un pronto a otro ande el rumor de que le van a restar 8 años? Definitivamente, cualquiera entraría en pánico.

Ante la poca claridad que hay con el tema, es momento de que los encargados de las instituciones salgan a tranquilizar a la población y a partir de ahí las personas tomen una decisión ya sabiendo lo que sucede.

El asunto es que muchos no se han puesto a pensar que si renuncian y les dan la cesantía, nadie les da la seguridad de que vayan a encontrar rápido un trabajo para seguir cubriendo sus necesidades.

Otro punto: tampoco toda la gente está capacitada para manejar grandes cantidades de dinero y nadie asegura que la plata que les den con la cesantía les va servir para vivir mucho tiempo o ponerse un negocio que sea rentable.

Ante este escenario, podríamos tener una repercusión en el aumento de la pobreza, poniendo cuesta arriba la situación del país.

Asimismo, no sabemos si el Estado tiene los recursos necesarios para solventar la salida de muchos empleados públicos.

¿De cuánto será la cesantía para las personas que tienen salarios de ¢5 millones o más?

Además, es sumamente importante tomar en cuenta que quienes deciden irse son personas especializadas en ciertas áreas. ¿Hay riesgos en perderlas? ¿Habrá con quién sustituirlas?

Se debe aclarar demasiado para no entrar en crisis.

Tomemos en cuenta la tramitología, que no se sabe cuánto pueden durar las cosas durmiendo el sueño de los justos.

Esperemos que la Sala Constitucional emita lo más pronto posible una resolución sobre este tema para que todos salgan de dudas.

En especial para tener los fundamentos a la hora de decidir, hacerlo sin temor ni prisas que nos podría salir muy caro.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 18 Junio, 2018

HORA: 12:00 AM