La bulimia nerviosa es un trastorno causado por episodios de apetito feroz y descontrolado, que posteriormente desencadenarán en métodos de “purga” como vómitos autoinducidos, uso de laxantes, diuréticos y otras alternativas como regímenes rigurosos de ejercicios.
Generalmente, quienes padecen esta situación son mujeres que se muestran profundamente preocupadas por su figura y peso corporal, quienes pertenecen a un nivel socioeconómico medio y alto, situación que incluso los especialistas consideran es una epidemia mundial.
SÍNTOMAS
El consumo excesivo de alimentos en una solo sentada es uno de los síntomas más característicos, además de estrés emocional porque creen estar con sobrepeso, cuando en realidad siempre rondan la normalidad.
Tampoco podemos olvidar los vómitos inducidos que provocarán algunos problemas secundarios como la erosión del esmalte dental, inflamación del esófago, disminución de los niveles de potasio en la sangre y alteración del ritmo cardiaco.
También el paciente experimentará sentimientos de culpa y constante remordimiento, ya que son totalmente conscientes de la situación.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Lo primero que el médico detectará es la preocupación constante por parte del paciente con respecto a su peso, además realizará un diagnóstico para verificar la presencia de laxantes en su organismo, mientras otros indicios incluyen tumefacción de las glándulas salivales de las mejillas, cicatrices en los nudillos por haber usado los dedos para inducir el vómito.
Con respecto al tratamiento que deben seguir los afectados, incluye la psicoterapia y los fármacos, aplicados por un experto en casos de alteración del apetito, ya que podría recomendar algún tipo de antidepresivo que eliminaría por completo esa situación.
Eso sí, el medicamente debe continuar suministrándose incluso cuando el paciente muestre una mejoría.
