La campaña político electoral podría meter ruido a la aprobación de proyectos fiscales. Este es el mayor temor del Ministerio de Hacienda, pero está consciente de la situación.
“Sabemos que ahora va a ser más complicado. El Congreso está muy fragmentado y en campaña va a ser más difícil, pero seguiremos insistiendo”, dijo Helio Fallas, ministro de Hacienda.
Las declaraciones las dio tras anunciar que redujeron el déficit en el 2016 en ¢32 mil millones sin reforma fiscal.
El déficit cerró en 5,2% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en 2015 alcanzó un 5,7%.
Esto se hizo apunta de gestión de cobro y de la implementación de herramientas tecnológicas para llegar a los contribuyentes.
Parte del problema es buscar el consenso legislativo, pues solo en el caso de fraude pasó por cinco versiones.
“Nosotros no aprobamos proyectos, los enviamos. Estamos apostando a que los diputados nos digan qué van a hacer y si no van a hacer nada que también lo digan, no hay nada peor que meter al país en la incertidumbre”, dijo Fernando Rodríguez, viceministro de Hacienda.
Manifestó que están anuentes a hacer ajustes a los proyectos, pero que es necesario avanzar porque desde la convocatoria IVA y Renta no se han movido. Estos ni siquiera han llegado a las subcomisiones por un supuesto asunto interno en la Comisión de Asuntos Hacendarios.
Este es el segundo año consecutivo en que los ingresos superan a los gastos, sin incluir los intereses. El déficit primario se redujo en ¢106 mil millones con respecto al cierre del 2015, así como el gasto corriente con la tasa de crecimiento más baja de los últimos siete años.
“Al cierre del 2016, las condiciones de las finanzas públicas han mejorado, sin embargo, no lo suficiente, porque además de los múltiples esfuerzos administrativos, es preciso contar con las armas legales necesarias para cerrar portillos a la evasión y a la elusión, mejorar la estructura tributaria, modernizar la legislación de impuestos y para ordenar las finanzas públicas”, agregó Fallas.
Los ingresos no subieron más por la falta de impuesto a las sociedades y una baja en el consumo de combustible.
En cuanto al gasto corriente, dentro del que se encuentran pago de salarios, consultorías, viáticos, bienes y servicios, entre otros, desaceleró su crecimiento al pasar de 9,4% a 5,8% a diciembre 2016 con respecto al año anterior.
Solo las remuneraciones crecieron 4% menos que a diciembre 2015, lo que le convierte en el menor ritmo de crecimiento de los últimos 10 años, según Fallas.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
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Sábado 21 Enero, 2017
HORA: 12:00 AM
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