Emos Davis, empresario vecino del centro de Limón, desde joven ha tenido la visión de luchar por sus sueños y sobre todo por el bienestar de su familia.
Es uno de los emprendedores que demandaron a Japdeva porque los hizo invertir millones en un negocio que no funcionó. Según él, ahora su vida corre peligro debido a una serie de amenazas de muerte por parte de un grupo de sindicalistas de esa institución.
“El tema tiene que ver con una serie de denuncias que vengo haciendo desde el año 2004. Mi familia y yo hicimos una inversión que se llama La Gruta del Encanto, cuando el proyecto estaba listo nos fuimos al puerto y encontramos a un grupo que alegaba tener la exclusividad, automáticamente no podíamos vender nuestro proyecto, entonces tuve que acudir a Japdeva”, comentó.
De acuerdo con el caribeño, el pasado miércoles, cuando se llevó a cabo la primera audiencia por la demanda de un grupo de transportistas contra Japdeva, en la cual debía participar como testigo, recibió un mensaje de texto, en el que le decían que su vida corría peligro porque un grupo de sindicalistas planeaba un ataque contra él y su familia.
EGOÍSMO CARIBEÑO
Davis afirma que en la provincia de Limón muchas personas quieren seguir manteniendo la riqueza en manos de pocas personas, sin dejar surgir a los verdaderos trabajadores.
“A mí me han quemado una casa, un negocio, un carro, me han seguido hombres en moto y el colmo es que han atentado contra uno de mis empleados, lo agarraron a balazos saliendo del trabajo.
Este tipo de cosas no pueden estar pasando en una provincia donde tantas personas luchan por trabajar y ganarse la vida honradamente”, sentenció.
Por ahora no hay denuncia en el Organismo de Investigación Judicial y el propio Davis dice temer por su vida, pues viene un juicio clave para demostrar que todos los permisos de trabajo otorgados por Japdeva estaban al día.
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CRÉDITOS: Fotos: Daniel Esquivel
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Viernes 24 Abril, 2015
HORA: 12:00 AM
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