De Brasil 1950, México 70 y Brasil 2014

A escasos 6 meses de la cita mundialista en Brasil, es conveniente recordar el papel del gigante suramericano en estos tres mundiales.

Hace 63 años, el estadio Maracaná, todo un ícono del fútbol mundial, fue escenario de un llenazo a reventar: 174,000 espectadores iban a presenciar la final donde el anfitrión se enfrentaría al “pequeño” Uruguay. Quinientas mil camisetas con la consigna“ Campeones 1950” se pusieron a la venta, y no podía ser diferente, el mundo futbolístico lo esperaba, la gente celebraba antes y lo daba como un hecho. La lógica; todo, absolutamente todo, estaba a favor del “ Scratch du oro”, la zamba y el carnaval esperaban el pitazo final del árbitro George Reader, para empezar la fiesta.

El jugador Friaca, al minuto 47, empezó el baile para la “Canarinha”, ¡locura en el Maracaná!, pero, como el fútbol muchas veces es “traicionero” con la lógica, se encargó de gestar una “tragedia” que inició Schiaffino para Uruguay, con el gol del empate al minuto 66, luego al 79 Alcides Ghiggia, en una corrida por la banda derecha engaña a Bigode, finge que va a centrar y saca un derechazo que deja sin oportunidad al portero Moacir Barboza. ¡Silencio de muerte en el estadio! Era el lapidario 2 a 1 y la pequeña nación oriental del Uruguay se coronaba campeona del mundo, una “tragedia”, una debacle quedó sellada para siempre con el nombre de “Maracanazo”, llevada a cabo por 11 valientes que vencieron a 200,000 brasileños.

Posteriormente, Brasil gana las versiones mundialistas de 1958 y 1962 para llegar al histórico e inolvidable México 70, para algunos entendidos, catalogado como el mejor mundial de todos, el mundial de “O Rei Pelé” y su séquito de “príncipes”: Félix, Piazza, Brito, Everaldo; el gran capitán, Carlos Alberto, el maestro Gerson, la zurda prodigiosa de Rivelinho, el “mago” Tostao, Clodoaldo, el “picante” y “punzante” extremo derecho Jairzinho, Paulo César etc, etc, etc, quizá sólo la “naranja mecánica” de Johan Cruyff, de 1974, se le asemeja.

Brasil gana la final contra Italia 4 a 1 y se deja para siempre la copa Jules Rimet, y la impronta de Pelé queda para la posteridad en el estadio Jalisco de Guadalajara, quedan en la retina jugadas inolvidables que, paradójicamente por ser tan excepcionales, no llegaron a convertirse en gol, como el mano a mano con el mejor portero de esa época, Mazurquiewics, ¡¡espectacular!!, o el remate desde 68 metros contra Checoslovaquia que pasó rozando el horizontal y ni hablar sobre esa final cuando “O Rei” a centro de Rivelinho supera al gigante Fachetti y de cabeza anida el balón en el marco de Albertozzi, para iniciar el camino a la Jules Rimet. Grandes prodigios del fútbol hicieron las delicias del mundo del balón en este recordado mundial: Muller, el “Kaizer” Beckenbauer, Cubillas, Bobby Moore, Dumitrache, Boninsegna, Fachetti y muchos más.

Cuarenta y cuatro años después la fiesta volverá a Brasil, y ¿por qué no? La deuda que se tiene con la afición y la oportunidad de sanar las heridas de aquel triste 1950, es la oportunidad de los Hulk, Neymar, Fred, Thiago Silva etc, para que demuestren al mundo que pueden ser campeones, y que el “fantasma” del Maracanazo nunca más asustará el “santuario carioca”; un país donde el fútbol es como una “religión” y donde la afición exigirá que 11 “exorcistas” expulsen para siempre los malos “espíritus futboleros” de antaño.

De los 19 campeonatos realizados hasta la fecha, Europa lleva ventaja de 10 a 9 sobre América, sería una buena oportunidad para que se empate la serie, hay claros favoritos en mi concepto; por América, Brasil y Argentina; por Europa, Alemania y España, jugadores como Messi ( ya más maduro) y Neymar tienen la oportunidad de convertirse en las “vedettes” del mundial; España, de verificar si su generación de Andrés Iniesta, Xavi y compañía todavía tiene “gasolina” para repetir la historia.

Europa llega en clara ventaja, desde el punto de vista socioeconómico, como en cuanto a desarrollo futbolístico, el valor financiero de las planillas de las selecciones europeas en relación con países del tercer mundo es preocupantemente asimétrica.

Nuestro país es la selección menos cotizada del mundial ($28 millones), mientras que Honduras es uno de los países más pobres y con menores índices de desarrollo.

Costa Rica se ganó el privilegio de estar en el mundial, un honor y una gran responsabilidad, once “pequeños valientes” también pueden hacer historia, como la hizo en Italia 90 ganando su primer partido a Escocia, y en el tercero a Suecia, todo un lujo, y pasando a la segunda ronda, ahora le llegó el turno a los Navas, Saborío, Bryan Ruiz, Oviedo, Campbell y todos los demás. Casi se logra una segunda hazaña en Corea-Japón 2002, para esta ocasión el destino puso en el camino a los Rooney, Balotelli, Pirlo, Cavanni, Suárez, obstáculos difíciles de sortear, todos son de selecciones campeonas del mundo, uno, Uruguay, es de características algo parecidas tanto geográficamente como en parámetros socio-económicos; sin embargo, los compatriotas de Mujica se han dado el lujo de ser dos veces campeones del mundo y de haber “profanado” la historia del pentacampeón mundial Brasil.

El gigante suramericano, bajo la batuta, primero de Lula y luego con Dilma Rousseff, ha logrado un gran desarrollo económico,(aunque desde el punto de vista social sigue contando con muchos pobres), bajo un modelo no personalista, como fue el caso de Chávez, o en la actualidad Maduro, Evo o los demás del llamado socialismo del siglo XXI. Las protestas por el costo de la organización de un mundial argumentan antes que esto, preferir la educación, justicia social y trabajo.

El señor Edson Arantes Donascimento (Pelé) cuenta a la sazón con 73 años, y en su mente y recuerdos aún están vivas las maravillas que hizo en aquel lejano México 70, que lo catapultó a la cima de la fama, ¡¡grande entre los grandes!! Cuál otro homenaje a su legado que su selección gane el mundial, el nuevo mundial de “O Rei Pelé”.

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Sábado 21 Diciembre, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Alvaro Marín Hernández – [email protected]