Filibusteros del agro

Fabio Vega

Desacertada decisión el no continuarse, aparentemente durante la presente Administración en el Ministerio de Agricultura, con las mesas de trabajo en el cultivo de pitahaya.

Tal medida deja desamparado a un naciente sector que, ante la ausencia de una especializada asesoría técnica oficial, queda expuesto al contrabando de material vegetativo de parte de personas, mercaderes oportunistas, en el agosto de sus negocios.

En Guanacaste, como en otras zonas del país, la siembra de la fruta exótica viene en aumento. Sin embargo, al no existir controles fitosanitarios en fronteras, los productores están ayunos de información referente al material vegetativo, con respecto al comportamiento agronómico y características del fruto, amén de las plagas o enfermedades, que puede acarrear el internamiento a suelo nacional.

El que se propague material de origen desconocido, en un país con potencial para el desarrollo del cultivo, expone al agricultor, por ignorancia o víctima, a consecuencias graves y evidentes en plantaciones que tardan cerca de 12 meses para su primera cosecha, y, por consiguiente, carambola en pérdidas económicas.

Bajo este contexto, es oportuno abordar aspectos relacionados con la trazabilidad de las variedades para saber con certeza qué material se está cultivando, sus características agronómicas, rendimiento, adaptabilidad geográfica y calidad del fruto.

Costa Rica tiene en la pitahaya un potencial de mercado de exportación de una fruta exótica no tradicional, pero deben reforzarse los controles sanitarios fronterizos para que esos “filibusteros del agro” no nos metan gato por liebre, y certificar viveros existentes dirigidos por profesionales agrícolas, quienes serían también afectados por este trasiego.

Ante el futuro prometedor por la calidad y beneficios del fruto en la salud humana, las autoridades de comercio exterior promueven en sus programas verdes de capital semilla el cultivo de la pitahaya.

Sin embargo, son pocos los beneficiados al exigírseles ventas del producto para poder postular a esos fondos, algo contradictorio en su destino de desarrollar proyectos de esta índole en su fase productiva.

La pitahaya no trata de una siembra emotiva para ir a vender la fruta a las esquinas citadinas. Es una actividad que, por su alto valor agregado, es un atractivo en la oferta exportable para aquellos que desean marcar diferencia competitiva en el mercado.

Esta especie de cactus originaria del Centro, Norte y Suramérica destaca por sus beneficios en la salud humana y es muy buscada por importadores interesados en hacer negocios, con productores bajo cuya responsabilidad está la cosecha y trazabilidad de una excelente fruta.

El desconocimiento y la falta de análisis en que se encuentran quienes inician en la actividad es una oportunidad para que la nueva política del sector agrícola incluya nuevamente las mesas de trabajo, modelos de asistencia técnica y negocios, atractivos para pequeños y medianos productores empresarios, en su rol de reactivación económica y creación de empleo rural.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Sábado 28 Enero, 2023

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Fabio Vega