El odio no debe crecer en Costa Rica

Editorial

Con el paso del tiempo, la tecnología de la información se ha convertido no solo en una herramienta para el estudio y el trabajo, sino también en una forma de vida. Aunque parezca extremo, hay quienes en la actualidad no pueden desempeñarse con normalidad sin tener entre sus manos un dispositivo electrónico que los conecte con el ciberespacio.

No importa la edad, no hay sexo, raza, credo religioso u oficio, el uso de computadoras, tabletas y teléfonos celulares ha revolucionado la forma de hacer las cosas y permite a la humanidad acceder a todo tipo de información, así como compartirla y comunicarla de manera hasta antojadiza.

En esta revolución nacen las redes sociales, esos sitios virtuales donde confluyen amigos, familiares, compañeros de trabajo, conocidos y de vez en cuando hasta desconocidos.

Sin embargo, a como estas tienen aspectos positivos, con toda claridad podemos decir que muchas veces suelen exponer a riesgos, pero más cuando son mal usadas.

Por ejemplo, el comportamiento de las personas en las últimas dos campañas electorales es realmente vergonzoso, más tomando en cuenta los discursos de odio que se montaron con los dos pares de candidatos que disputaron los respectivos balotajes.

Los insultos que iban y venían de un lado y del otro eran completamente embarazosos, dejaba mucho que desear de quienes los publicaban, en especial porque esto a muchos les costó sus relaciones familiares, amigos y hasta la cordialidad con compañeros de trabajo.

No hay nada de malo con el hecho de estar en desacuerdo con las otras personas, pero tomar las redes sociales para ofender a otros por su aspecto físico, sus creencias, su religión y hasta por sus preferencias sexuales está fuera de todo contexto, porque ¿qué sucede después de la campaña? Pues todo mundo vuelve a su vida normal y con qué cara ven los irrespetuosos a quienes trataron mal.

Esta situación vista en las campañas electorales, y además lo que se observa a diario en las redes sociales, tiene sumamente preocupada a la Organización de Naciones Unidas (ONU), puesto que, según un estudio realizado por dicho organismo, las expresiones de odio crecieron en un 71%.

Los números que arroja este estudio deberían encender las luces de alarma de las autoridades del país, porque se detectaron por lo menos 937 mil mensajes y conversaciones en redes sociales de Costa Rica ligadas a discursos de odio y discriminación, en comparación con las 548 mil recopiladas en 2021.

Es alarmante que las interacciones virtuales estén creciendo en esta magnitud de irrespeto, más si se toma en cuenta que encontraron cómo el 77% de los mensajes tenía una intención directa de ofender, agredir y violentar a las personas, el tema es que la paciencia, el amor al prójimo y hasta la tolerancia en este país están cada vez más ausentes.

Si bien estos textos cargados de odio se disparan sin pensar a dónde caerán, se determinó que al menos el 64% fueron emitidos por hombres y su temática es tan variada como los gustos de las personas, puesto que los mayores insultos se dan en temas como política y elecciones, la orientación, género y xenofobia.

De igual forma también se externan en torno a temas como choque generacional, religión, racismo o discapacidad, lo cual debe llamar a reflexión de que en este país cualquier tema es usado en contra de otras personas para hacerles daño.

Se necesita de manera urgente analizar la sociedad, porque el estado de crispación que hay entre unos y otros no deja avanzar al país. Además, esto ha llevado a que los insultos, las diferencias y los enfrentamientos estén pasando de las redes sociales a la vida real, donde muchas veces estas discrepancias terminan con heridos y hasta personas fallecidas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Sábado 25 Junio, 2022

HORA: 12:00 AM