La Policía de Panamá y la Policía Profesional de Migración, bajo la dirección funcional de la Fiscalía Adjunta Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, realizaron un total de 11 allanamientos de forma simultánea, 4 de ellos en Costa Rica y 8 en Panamá, con el fin de desarticular una organización transfronteriza dedicada a trata de persones con fines de explotación sexual.
En dicho operativo, que las autoridades denominaron “Luz de esperanza”, se logró la detención de tres personas, dos en suelo panameño y una en costarricense, este de apellidos Ulate Picado, quien en apariencia lideraría la banda.
Los allanamientos en suelo nacional ocurrieron en el residencial El Sahino. en barrio San Jorge de Paso Canoas, donde se detuvo a Ulate. Además, se allanó un taller mecánico ubicado en Laurel, propiedad del presunto líder, y una vivienda cercana al puesto de control del Servicio Nacional de Fronteras (Senafron) de Panamá, en el antes lugar mencionado.
De acuerdo a las autoridades, esta organización se encargaba de realizar material pornográfico con menores de edad e inclusive pagaban a familias de bajos recursos para tener cómo producir más material.
También trascendió que los miembros de la organización utilizaban a sus sobrinas e hijas que rondaban los 4 y 16 años de edad.
Los tres detenidos se encuentran en manos del Ministerio Público, que determinará la situación jurídica de estas personas.
De acuerdo con las autoridades, todavía faltan dos personas de detener, por lo que el caso se mantiene en investigación.
MODO DE OPERAR
Las operaciones de la organización criminal se establecían en Paso Canoas, Corredores, Puntarenas, y Panamá; la misma la integraban cinco personas, dos miembros operando desde Costa Rica: el líder Ulate Picado, se encargaba de coordinar con las integrantes de nacionalidad panameña, el cruce de frontera y el ingreso a Costa Rica.
Las víctimas eran trasladadas desde suelo panameño al límite fronterizo entre Costa Rica y Panamá, sitio en el cual Ulate Picado esperaba, recibía y trasladaba a las víctimas hacia el taller mecánico o a una vivienda ubicada en Corredores, ambos sitios allanados, donde se realizaban los abusos sexuales de las personas menores de edad y se grababa material con contenido pornográfico.
Los efectivos encargados en la operación policial confirmaron que las mismas madres de las víctimas eran quienes las ofrecían para dicho abuso y además se comunicaban con otras familias para reclutar a sus hijas con el fin de generar variedad en el negocio.
Se detectaron 14 víctimas en Panamá que son menores de edad y se encuentran en un refugio en manos de las autoridades que ahora brindan la protección y cuidado a las niñas.
Al cierre de esta edición, trascendió se mantiene la investigación para dar con las últimas dos personas que falta por detener.
PERIODISTA: Josué Castro Chavez
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Viernes 04 Febrero, 2022
HORA: 12:00 AM
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