Diario Extra - Reo se ahorca en celda

Un privado de libertad llamado Adrián Céspedes Abarca se colgó en una celda de aislamiento en el Centro de Atención Institucional (CAI) Jorge Debravo, en Cocorí de Aguacaliente de Cartago.
El sujeto comenzaba a descontar una pena de 20 años de prisión por el homicidio de su expareja Leyla Hannia Agüero Espinoza, con quien vivía en Los Guido de Desamparados.
Según contaron algunos privados de libertad a DIARIO EXTRA, fue un reo el que encontró el cuerpo de Céspedes colgando, cuando llegó a las celdas de aislamiento para dejarle el café.
Esto sorprendió a muchas personas, pues, en apariencia, el hombre tenía varias horas de fallecido, es decir, se quitó la vida en la madrugada.
No obstante, en la bitácora, los encargados de ese sector avisaron a las 6:00 a.m. que todo estaba bien, mientras que el hallazgo del cuerpo se dio a eso de las 7:25 a.m., esto hace presumir que no se hizo el recuento como corresponde.
Otro detalle que llamó la atención fue que Céspedes, quien era no vidente, estaba en una celda de aislamiento solo, sin custodia durante toda la noche, presuntamente por orden de un supervisor de apellido Fallas.
Lo anterior hace caso omiso a la disposición de que el señor contara con custodia las 24 horas del día y vigilancia, pues ya tenía antecedentes de tratar de quitarse la vida en dos ocasiones.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica supo que a Céspedes lo acaban de ingresar al centro penal, por ello estaba en las celdas de visita conyugal en donde se mantienen aislados por 14 días como parte del protocolo Covid-19.
Sin embargo, el privado de libertad ya había concluido este periodo, desde hace cinco días, pero en el centro penitenciario no coordinaron su traslado a otra celda.

HOMICIDIO

Céspedes Abarca recibió condena en agosto pasado, le dictaron 20 años de prisión por cometer el delito de homicidio contra Leyla Hannia Agüero Espinoza, quien era su pareja sentimental y con la que compartía un hijo, en Los Guido de Desamparados.
El caso se tramitó con el número de expediente 17-008128-0042-PE, donde se explicó que los hechos tuvieron lugar el 26 de marzo del 2017, cuando Abarca de 55 años ingresó a la vivienda como de costumbre y mantuvo una discusión con Leyla, producto de este enfrentamiento el imputado empuñó un arma y le disparó en cuatro ocasiones.
La mujer recibió un impacto en la cabeza mientras que los otros tres en el tórax y brazos, luego cayó al piso y el agresor la creyó muerta. El hombre entró en desesperación e intentó quitarse la vida disparándose en la sien derecha.
Al oír las múltiples detonaciones, los vecinos dieron aviso a las autoridades que despacharon una unidad de Cruz Roja y de Fuerza Pública, al ingresar a la escena los socorristas hallaron a la femenina tirada en el suelo en un charco de sangre y con signos vitales, por lo que de inmediato la trasladaron al Hospital San Juan de Dios, donde fue ingresada a sala de shock y horas después se anunció su deceso.
Además, otro equipo de cruzrojistas atendió a Céspedes que continuaba vivo pese al disparo que se dio en la cabeza, por lo que también se le remitió al mismo centro médico capitalino.

MALAS CONDICIONES

Varios privados de libertad conversaron vía telefónica con este rotativo e indicaron que en el centro penal los tienen bajo muy malas condiciones, incluso en los espacios donde ubican a las personas con algún tipo de discapacidad mantienen baños sin rampa, no cuentan con agarraderas en las paredes para facilitar los traslados y darles seguridad en los espacios.
También deben caminar, al menos, 100 metros para llegar al comedor y poder obtener sus alimentos.
Estas condiciones que califican como insalubres han sido expuestas en múltiples ocasiones ante la Sala Constitucional hasta donde han hecho llegar varios recursos, en los cuales los magistrados han ordenado la corrección de la situación, pero no se ha ejecutado ni una sola de estas órdenes.