Diario Extra - Jicaral: la tierra prometida del constructor Habraham

En el equipo de Jicaral juega el delantero Habraham González Henry, joven de 20 años que ante Herediano marcó su primer gol en la máxima categoría.
Lo destacable es que además de estudiar y dedicarse al fútbol, por muchos años ha ayudado a su papá, Geovanny Céspedes, en labores de construcción.
El veinteañero atendió a DIARIO EXTRA y reveló que tiene grandes metas.
¿Desde qué edad está en el fútbol?
-Mi primer equipo fue a los tres años con un señor en Paquera, al que le dicen Macho Panadero. Me llevó y jugué de los 3 a los 11 años, siempre de delantero. Luego pasé a Promesas de la Península, un equipo de Cóbano. Jugué un año y luego al Jicaral que jugaba Linafa. Tuve un microciclo con la selección, tenía como 13 años, fue en el Proyecto Goal y no tenía equipo. Pasé a Carmelita U15 y hasta Alto Rendimiento. Vino la pandemia, nos mandaron para la casa y me fui a trabajar con mi papá. Como no me llamaban decidí no jugar más, sino trabajar y estudiar.
¿Es cierto que le ha ayudado a su papá en construcción?
-Sí, trabajo con mi papá, en todo lo que es construcción. Es un trabajo duro. Trabajé en varios lugares, en San Carlos, luego en Cóbano y a una empresa en Santa Teresa. Después tomo un contrato en un hotel por la entrada de Montezuma. Era hacer como dos cabinas, una sala de juegos y un bar. De ahí me llamaron de Jicaral y debuté en el torneo pasado.
¿Qué significó debutar en primera?
-Lograr un sueño. No es solo un sueño mío, sino también de mi papá pues me ha ayudado demasiado.
¿Quién lo motivó a ir a Jicaral?
-Unos amigos del Alto Rendimiento me dijeron que fuera. Duré como dos semanas y no me dejaron en el equipo. Me mandaron a la casa. Seguí trabajando con mi papá pero llegó el entrenador Óscar Brenes y dijo que Marcelo Brumo había llegado al Alto Rendimiento de Jicaral y me dejó.
¿Qué metas tiene?
-Mi sueño es a corto plazo sumar la mayor cantidad de minutos que pueda y meter goles. Luego una llamada a una selección, sub 23 o tal vez a la mayor. También sueño con hacerle unas casas a mis papás y que mi papá no trabaje más en construcción.

CON VOZ DE MADRE

Doña Ruth Henry, mamá de Habraham, alaba la disposición de su hijo para ayudar al papá. “Cuando no tenía que ir al colegio le ayudaba en construcción. Después se graduó de quinto y trabajó de lleno con el papá. Casi todo el año pasado también le ayudó, pero ahora está a tiempo completo en Jicaral. Yo casi no entiendo mucho de fútbol y le dije que sacara el bachillerato y fuera a la universidad. Ha hecho dos cuatrimestres de ingeniería en sistemas. Quiere estudiar leyes pero uno está un poquillo limitado”.