Rebelión de Abangares tendría réplicas
Fabio Vega
Si este gobierno y los diputados no prestan atención al clamor del pueblo, se avecinarán otras rebeliones cívicas como la de Abangares.
Gracias al Covid-19, el presidente Carlos Alvarado dio su discurso el 15 de setiembre en un mar tranquilo, sin la fuerte tempestad de los abucheos y silbidos populares. Sin embargo, en Guanacaste la “arrechura” está candente.
Los acuerdos logrados con los mineros artesanales son un paso tardío tras seis días de protesta pacífica, ejemplarizante para otros sectores de la provincia, que parecieran disfrutar del “masoquismo” y el pie estatal sobre sus comunidades.
Cientos de familias abangareñas pactaron acuerdos para normar reglamentariamente la extracción del oro en esas minas explotadas por humildes “topos”, jugándose la vida por el sustento diario.
A unos kilómetros de Abangares, decenas de hogares “areneros”, en Carrillo, se quedaron sin trabajo en las aguas del río Tempisque, al concesionarse a una empresa privada el derecho a extraer esa materia mineral y que deja sin ingresos a familias dependientes de la actividad.
Contrario al movimiento colligallero, el de los areneros se circunscribió a “berrear” ante el silencio municipal y el aprovechamiento de un astuto político, sin que haya solución inmediata más que una oportuna petición legislativa.
Y si hablamos del servicio de agua potable, en Bagaces tienen más de seis meses de recibir el líquido, vía cisternas, confiados en la solución inmediata mediante el convenio firmado con la asada de San Bernardo, o llevarlos “a nadito de perro”, hasta la conclusión a mediados del 2022 de la ampliación y mejoramiento del Acueducto.
Actitudes diferentes, en población y en sus gobiernos locales en estas comunidades, en la lucha por mejorar la economía familiar y servicios a los usuarios.
Esperemos que esos acuerdos con Abangares no queden en el tintero, como el de los arroceros a quienes les convocaron los proyectos días antes de terminar el periodo extraordinario, en la Asamblea Legislativa, pero sin aprobarlos. A estos también los tienen entretenidos en una mesa técnica, mientras el Gobierno ya envió a la Asamblea el proyecto que acoge la recomendación del organismo internacional para liberalizar el precio del arroz.
Ejecute, señor Presidente, a la brevedad, sino tendremos un Guanacaste encendido, carente de fuentes de empleo y servicios esenciales, con pueblos colmados hasta la coronilla por tanto vacilón.
A la rebelión cívica abangareña podrían seguirle otras...
