Deslizamientos sobre ríos y otros aspectos
Osvaldo Corrales Jiménez*
A través de los noticieros de televisión con frecuencia se han mostrado imágenes de deslizamientos de tierra, como el ocurrido hace unos años en el sector del Conservatorio Castella.
Otro problema recurrente es el de Barrio Luján, donde el río Ocloro se inunda y afecta edificaciones aledañas. En el caso del Bajo Anonos, el río Tiribí en el 2017 destruyó varias viviendas y dañó los caminos de acceso al caserío. Incluso a través de los medios de prensa las personas afectadas clamaron al gobierno que hiciera algo para ser reubicadas.
Entonces respecto a estas problemáticas se debe entender que son multifactoriales, pues algunas personas, empresas y municipalidades a veces entuban acequias o ríos y de cierta manera les disminuyen la capacidad de evacuación natural, sobre todo cuando la época lluviosa aumenta los caudales. Sobre este tipo de cosas podemos retomar el caso del sector de Barrio Luján, donde hace unos 50 años la Cooperativa Dos Pinos hizo ciertos cambios en el curso del río, al punto que este ya no tiene la amplitud necesaria para soportar tanto caudal de agua cuando llueve fuertemente.
Entre otras generalidades de las inundaciones urbanas y rurales se puede contemplar la gran cantidad de basura que la gente tira irresponsablemente a los caños y alcantarillas, la cual luego llega a los ríos. Entonces se generan presas de desechos que causan los desbordamientos en ciertos sectores y que por consiguiente inundan casas y otras edificaciones.
A eso se suma la deforestación de las márgenes de los ríos, al punto que los terrenos aledaños se vuelven inestables y provocan derrumbes. En estos casos el propio Ministerio del Ambiente y Energía, la Comisión Nacional de Emergencias y los municipios debieran establecer estudios para determinar los puntos más críticos donde es urgente reforestar, incluso promover a que los propietarios colindantes a los ríos pongan de su parte.
Por otra parte, mucha gente comete el error de edificar cerca de los ríos y eso los pone en constante riesgo de ver inundadas sus viviendas con agua y lodo. De todas maneras hacer construcciones sin respetar los lineamientos del Ministerio del Ambiente u otros entes vinculados a las normativas de planes urbanos implica una violación. Claro, muchas personas han hecho sus casas en un tiempo en el cual no se tenía leyes claras o no existían prohibiciones.
Pero actualmente los municipios que presentan en su jurisdicción problemas de poblaciones expuestas a las inundaciones por el efecto de los ríos u otras razones debieran realizar proyectos de reubicación de viviendas.
Por otra parte, las entidades en materia de vivienda como Banco Hipotecario de la Vivienda e Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo, entre otras, también debieran establecer estudios y planes conjuntos tendientes a darles solución a los problemas comentados.
*Comentarista de temas cotidianos
