Violencia rodea madres y mujeres

EDITORIAL

“Muchas maravillas hay en el universo, pero la obra maestra de la creación es el corazón materno”.

Ernest Bersot (1816-1880)

Hoy nuestro país festeja el Día de las Madres, igual que en otras naciones del mundo como Bélgica, donde le rinden tributo a la figura femenina, a la maternidad, a la ternura, al corazón dispuesto de millones de mujeres.

Esta celebración no es exclusiva de los ticos como muchos lo piensan, se remonta a la antigua Grecia donde rendían honores a Rea, madre de los dioses Zeus, Hades y Poseidón, conocidos a través de los libros y películas sobre mitología helénica.

Los romanos también rendían homenaje a la figura materna, la llamaban “La fiesta de las procreadoras”, tras haberla adoptado de los griegos.

Se trataba de un festejo “de patada larga”, como bien decimos los costarricenses, pues se extendía por 3 días en los cuales se realizaban ofrendas. Por aquella época la fiesta era el 15 de marzo en el templo de Cibeles.

El catolicismo adoptó la festividad y la dedicó a la Virgen María, madre de Jesús que, de acuerdo con las Sagradas Escrituras, tuvo el fruto sagrado en su vientre.

La fecha obedece a la gloriosa asunción de la Virgen María al cielo. En Costa Rica lo celebramos hoy en medio de muestras de amor; las familias preparan comidas tradicionales y se reúnen alrededor de la madre de más edad, la abuela o la bisabuela.

Aquello es un verdadero agasajo, hay quienes gustan de llevar serenata con tríos y mariachis a las homenajeadas y hasta les sirven el desayuno en la cama. Los hijos e hijas entregan presentes que elaboraron en las escuelas, las llenan de besos y abrazos en medio de la alegría propia del día.

Las mujeres que disfrutan el privilegio de ser madres, ya sea por engendrar un hijo o bien adoptarlo en el corazón, saben disfrutar en pleno el festejo, se alistan para verse hermosas y lucirse ante sus seres queridos.

La historia ha marcado la pauta en esta celebración, pero con el paso del tiempo la sociedad y la modernidad han variado algunos aspectos, así también las mujeres han transformado de manera impresionante ese concepto de ser madre, esposa, mujer, hija y compañera.

La sociedad se empeña algunas veces en hacer diferencias, muchas madres siguen siendo marginadas, relegadas, agredidas e irónicamente festejadas para estos días.

El Observatorio sobre Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia en Costa Rica informó que hasta julio de 2019 se contabilizan 8 víctimas de femicidio, eso indica que al mes murió aproximadamente una mujer.

La Encuesta Nacional de Violencia Contra las Mujeres, de la Universidad de Costa Rica y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), reveló que el 58% de las costarricenses ha sufrido un ataque de violencia sexual o física en sus vidas.

Por su parte la Subcomisión Interinstitucional para el Registro del Femicidio del Poder Judicial determinó que, en 2018, hubo 24 femicidios.

Según datos del Observatorio de Género del Poder Judicial y los anuarios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), de enero de 2013 a diciembre de 2018 hubo 145 femicidios, 19 fueron de mujeres de menos de 18 años, cerca de un 13% del total.

Pero además hay que sumar el desempleo, el empleo informal y otros abusos que se cometen contra las mujeres en los recintos de trabajo, muchas de ellas jefas de hogar donde son el único sustento.

Este día de tributo a la maternidad no se circunscribe a las madres, hermanas, hijas que están en nuestras casas. Debe entenderse como un tributo de respeto ante todo para todas las mujeres que tienen el privilegio de ser mamás y que día con día educan, forman y cuidan a sus familias.

Sí, el 15 de agosto todos estamos felices de ver a nuestras madres radiantes, rodeadas de delicadezas y atenciones, pero lo realmente importante de estas actividades es entender que el amor y el respeto son condiciones que deben imperar sin distingo de fecha, sin marcas de calendario, sin anuncios comerciales o regalos de moda.

El Día de las Madres debe comprenderse en la máxima expresión como el tributo a ese ser que con esmero cuidó, forjó mujeres y hombres, que dedicó tiempo a generaciones, que instruye y disciplina.

Es momento de reivindicarnos, dejar de lado pensamientos arcaicos de una festividad que tiene su origen en la Grecia antigua y hoy es más comercial que sentimental.

A todas esas madres, nuestro más sincero reconocimiento por estar en el hogar, en las oficinas, en el campo, por desvelarse y madrugar, por pasar días enteros en cuido y oración por sus hijos.

Gracias por ser ejemplares, amorosas, esforzadas, fuertes, valientes, dulces y a la vez aguerridas y apacibles.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Jueves 15 Agosto, 2019

HORA: 12:00 AM