La vida no es una competencia de juicios
Lic. Gerardo Morales / La Ley a su Alcance
CONSULTA: Licenciado, cuando hay una denuncia por supuestos tocamientos sexuales contra una menor y se comprueba que fueron calumnias de parte de la niña y la madre fue quien interpuso la acción sin previamente corroborar si ella mintió, ¿se puede interponer una contrademanda por daños a la moral y a la salud? Tengo un familiar al que lo están acusando injustamente y ha pasado momentos difíciles psicológica y laboralmente. Muchas gracias.
RESPUESTA: Hay que tener cuidado con las denuncias y comentarios de los niños relacionados con su integridad sexual. La regla es que hay que creerles, hasta desvirtuar, fuera de cada duda, de que ningún mayor tuvo una conducta abusiva y delictuosa contra ellos.
Si existe una acusación sobre esta materia, hay que tomarla con toda seriedad. Uno de los aspectos que deben manejarse con prudencia y sana crítica es que las acciones contra menores en el ámbito sexual se cometen en privado, buscando la seguridad de que nadie se entere. Como cualquier otra acusación, está de primero la presunción de inocencia.
Esa presunción se puede fortalecer o debilitar durante el proceso, e incluso ser descartada por la contundencia en la prueba de los cargos. El interrogatorio de la víctima debe ser evaluado por profesionales en psicología y un trabajador social se encargaría de valorar el escenario de los hechos. Dónde ocurrieron, la hora, dónde se encontraban las partes, la razón por la que coincidieron en ese lugar y hora, tanto para desacreditar los cargos, si existen contradicciones evidentes, como para confirmarlos si son verosímiles. El comportamiento, las horas de atención y presencia de los progenitores, normalmente, dejan poco espacio para que un mayor de edad tenga espacios para esas acciones. Con todos estos análisis, que serán interrogados hasta la saciedad por los señores jueces, se logrará una convicción final, que originará una sentencia absolutoria por certeza, por duda o condenatoria. Pero es extremadamente prematuro pensar en denuncias para atacar otra denuncia, porque no se trata de un partido de fútbol que se debe empatar. Primero lo primero: defenderse con los instrumentos legales y profesionales que brindan las leyes, porque la absolutoria será el mejor premio para una denuncia falsa o calumniosa. Lo otro es prolongar, para las partes, la incertidumbre de un resultado ya logrado, y con visos de querer una venganza.
