Las letras costarricenses se despidieron la noche del jueves de un hombre que en tres ocasiones recibió el premio Aquileo Echeverría, Adolfo Constenla Umaña.
A sus 65 años, este lingüista y filólogo perdió la batalla contra el cáncer, pero su legado se mantiene reflejado en su obra, de la cual sobresale su labor a favor de la conservación de la lengua nativa costarricense.
Desde 1970 trabajó como docente e investigador de la Escuela de Filología Lingüística y Literatura de la Universidad de Costa Rica (UCR), la cual en 1983 le dio el cargo de catedrático.
Fundó y coordinó el Programa de Investigaciones sobre las Lenguas de Costa Rica y Áreas Vecinas (PIL), el cual, durante el periodo de 1985 a 1996 desarrolló una recopilación y análisis de datos lingüísticos de lenguas indígenas. Esto le permitió fundar en 1998 el Instituto de Investigaciones Lingüísticas de la UCR.
El filólogo era hermano de Guillermo Constenla, presidente Ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros.
