Un trayecto de 100 metros se ha convertido en una pesadilla para 200 vecinos de Cañaveral en Osa, en la Zona Sur. Ellos temen enfermarse por tragar tanto polvo. Las amas de casa comentan que no dan abasto sacudiendo las viviendas, ni tampoco pueden tender la ropa por culpa de las nubes que se levantan.
Esa situación afecta a los estudiantes quienes caminan hacia los centros educativos y a los trabajadores que viajan en bicicleta.
“Por los caminos malos, los conductores que brindan el servicio de transporte público no quieren ingresar al barrio. Ellos consideran que es un peligro por tanta piedra suelta. También dicen que los carros se dañan y las reparaciones les sale más caro.
Dios nos libre de una emergencia muy grande porque en las condiciones en las que se encuentra ese trecho las ambulancias no podrían entrar”, manifestó uno de los afectados, Mario Arias.
“Nosotros tememos que el problema empeore en la época de invierno, donde no vamos a ser perjudicados por el polvo, será por el barro, acotó Arias.
Los motociclistas de la zona se niegan a sacar los automotores de las casas porque más de un ciudadano a derrapado en la calle y terminado sobre las piedras con golpes y raspones. No quieren poner en riesgo sus vidas, ni la de sus seres queridos.
El equipo periodístico de DIARIO EXTRA quiso conocer la respuesta de parte del alcalde de esa comunidad, Alberto Cole.
El jerarca manifestó: “ Los trabajos no se han hecho por falta de voluntad, sino porque actualmente no hay presupuesto y necesitamos maquinaria, aún no contamos con ellas.
Le pido a los vecinos que tengan un poco de paciencia. Son muchos los proyectos que tenemos pendientes para este cantón, pero cada uno necesita un estudio para destinar los recursos económicos”.
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