Según se hace constar en el expediente 19-0000040622, donde ocho personas figuran como sospechosas del delito de infracción a la Ley de Psicotrópicos y otros delitos a la salud pública, uno de los imputados, que solicitó acogerse a un proceso abreviado e identificado como de apellido Concepción Quiel, quien habría sido agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), se aprovechaba de su conocimiento para ponerlo al servicio de la banda.
“Concepción es el encargado de logística, inteligencia y contrainteligencia, en el trasiego de cocaína debido a su conocimiento en el ámbito policial ya que es agente activo del OIJ y este colabora con el reclutamiento de otros miembros policiales”, consta en el documento.
Esto quiere decir que, según el Ministerio Público, este hombre no solo sería el presunto encargado de evitar que se descubrieran las operaciones de la estructura criminal, sino que también buscaba reclutar más miembros dentro de la Policía para trabajar en dicha banda.
GASTOS EXAGERADOS
Dicho informe también señala que, durante 2017, cuando se presume que estaba dando inicio la organización criminal, este hombre que ganaba alrededor de ¢641.725 hizo la compra de un carro de agencia, el cual tendría un costo de ¢30.700.000, de los cuales entregó ¢18 millones en efectivo, por lo que adeudaba aproximadamente los ¢12 millones restantes.
Según se relata dentro del Poder Judicial, se tenían sospechas de que esta persona estaba relacionada con negocios ilícitos, pues su nivel de vida no iba acorde con sus ingresos económicos.
“El jefe de la delegación Regional del OIJ de Ciudad Neily manifestó que efectivamente alrededor de Concepción Quiel existían muchos cuestionamientos y rumores orientados a que efectivamente sirve de enlace o colabora con grupos criminales en la zona de Corredores, ya que se podía notar un incremento notorio en sus ingresos”, dice el documento.
INTERVENCIÓN PCD
En un control en carretera realizado el 10 de febrero de 2019, en apariencia se le habría solicitado la cédula de identidad a Concepción Quiel, quien aseguró no tenerla, por lo que entregó su licencia.
No obstante, tras notar actitudes sospechosas los oficiales procedieron a invitar a Concepción a estacionar el vehículo a un costado de la carretera, para realizar una inspección de rutina, pero en apariencia este hombre se alteró y les dijo a los oficiales que él era agente del Organismo de Investigación Judicial.
Pero los policías, al ver que persistía el nerviosismo, continuaron con la determinación de revisar el carro, a lo que en apariencia este hombre aceleró el vehículo y se dio a la fuga.
PAREJA DE TRABAJO
Durante las entrevistas realizadas a los excompañeros de Concepción Quiel, estos aseguraron que su pareja de trabajo era un hombre de apellidos Campos Jiménez, quien también ha sido cuestionado por tener nexos con personas involucradas al narcotráfico.
Incluso dos investigadores de la Sección Especializada contra Crimen Organizado, mientras realizaban vigilancias del funeral de un hombre identificado como Fredis Ríos, quien sería un reconocido narcotraficante de Ciudad Neily, encontraron a Campos Jiménez dentro de un vehículo, estacionado frente al cementerio observando el funeral.
Al parecer, se notaba afectado, incluso a la llegada de la Fuerza Pública se veía que estaba llorando de forma desconsolada. Incluso dicho hombre había solicitado permiso para ausentarse ese día.
USABAN
CARROS POLICIALES
Según el informe, en una de las vigilancias efectuadas a Concepción Quiel, se pudo observar cómo este salió del edificio del OIJ en compañía de su compañero Campos Jiménez, ambos abordaron un vehículo policial y en primera instancia se dirigieron hasta el sector de Golfito, para posteriormente volver a la delegación del OIJ, sin embargo, salieron otra vez a Paso Canoas, donde ingresaron a una propiedad que mantenía sus portones abiertos.
Tras una incursión a pie de los investigadores dentro de la propiedad, pudieron determinar que adentro se encontraban varios vehículos, entre ellos uno completamente polarizado y otro sin placas, pero además de esto varios hombres estaban reunidos en el corredor.
TRABAJO EN FAMILIA
Otra de las personas que aparece dentro de esta parte del expediente es la hermana de dicho agente del OIJ, quien en apariencia fungía como testaferro de la organización criminal, al parecer junto a su esposo de apellido Arias Salazar, quienes tendrían un negocio en la frontera de Panamá y una estación de servicio, comercios que presuntamente serían utilizados para legitimar dinero proveniente de negocios ilícitos.
Dos hombres primos de Arias Salazar, de apellidos Castillo Salazar y Salazar Rodríguez, supuestamente se encargaban del transporte de las drogas.
“Salazar Rodríguez y Castillo Salazar, ambos primos de Arias Salazar, eran los encargados de trasladar la droga proveniente de países de Sudamérica, desde Paso Canoas, Corredores hasta Grecia, Alajuela, donde era almacenada, y a partir de un predio ubicado en las cercanías de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal). Los primos de apellido Salazar transportaban la droga hasta lugares utilizados por la organización para su trasiego, como puntos de exportación lícita de frutas y chatarreras”, revela el expediente.
El expediente también relata sobre dos hombres de apellido Méndez, quienes son hermanos y también estarían ligados a esta banda de trasiego de drogas. Incluso uno de ellos fue gerente del Banco Nacional de Costa Rica en Corredores, por lo que su experiencia en materia de finanzas habría sido utilizada para lavar el dinero.
INFILTRACIÓN EN LA POLICÍA
El otro hermano de apellido Méndez Mora, supuestamente habría logrado mantener una conexión directa con el hombre de apellido Concepción Quiel, quien fungía como agente del OIJ, y con otro hombre de apellido Campos Jiménez, que también era oficial, por lo que existió una penetración dentro de las fuerzas policiales. Eso ocasionó que esta organización se mantuviera a lo largo del tiempo.
“Esta organización extendió su mano criminal a los entes policiales, cerrando el núcleo de manera que pueda ser impenetrable, logrando con esto mantenerse a través del tiempo y continuar con el ilícito investigado”, reza el texto del documento.
En esta parte del expediente se pudo notar cómo es que en apariencia esta banda se infiltró dentro de los cuerpos policiales e incluso cómo utilizaron activos del Estado para reunirse con personas que estarían vinculadas con el narcotráfico.
PERIODISTA: Andrés Ulloa
CRÉDITOS: Foto: Mauricio Aguilar
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Viernes 15 Marzo, 2024
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