La OCDE y Costa Rica
Sebastián Trejos / ANFE
Cada vez vemos con mayor frecuencia las noticias sobre el ingreso de Costa Rica a la OCDE, un organismo internacional que lo conforman mayoritariamente países desarrollados.
¿Pero que beneficios puede traer para nuestro país formar parte de un grupo elitista de paises? Bueno primero, es importante que como todo organismo burocrático, es necesario pagarle el sueldo a los políticos, y en este organismo no es nada barato. Por ejemplo Chile, en el 2018, tuvo que desembolsar cerca de $6 millones de dólares en su membresía anual y México tuvo que pagar cerca de $10 millones, soló ahí Costa Rica encontraría un Impedimento para pagar una módica suma de $4 millones.
Segundo, el libre mercado. Muchas personas alegan que el ingreso a la OCDE le va a abrir las fronteras del mercado a Costa Rica. Bueno, eso es debatible. Nuestro país se ha negado en varias ocaciones a la apertura de negocios como el de hidrocarburos, energía, agua, lacteos e incluso se van a necesitar 20 años para abrir el mercado del arroz (a medias).
Tercero, inversionistas. Este punto es importante, porque es lo que el gobierno de Costa Rica busca con demasiado apremio, ingresar a la OCDE le abre la puerta a mayores fuentes de créditos, lo cual es nefasto para nuestra economía. Porque recordemos que la crisis que hoy vivimos es producto de un agotamiento del modelo, ni el paquete fiscal será suficiente para poder continuar sosteniendo el enorme aparato público, por lo que mayores fuentes de préstamos significaría alargar una muerte anunciada.
Por último pero no menos importante, tenemos las regulaciones. Si hay algo en lo que son buenos los burócratas, es en regular. Ingresar a la OCDE significa incrementar y ser más estrictos en regulaciones aduaneras, para evitar contaminación, subsidios y claro impuestos.
Al final los organismos internacionales, sirven de muy poco. Su falta de injerencia hace que los países, una vez adentro, se salten las normas o reglas, sino que lo digan la OEA, o la misma ONU, donde los países hacen lo que les dá la gana. Si queremos que nuestro país prospere por medio del libre mercado, mejor apliquemos una política de arancel 0 a todas las importaciones, para fomentar las inversiones, la manufactura y la competencia, de manera paralela disminuyendo los impuestos para generar una competencia en igualdad de condiciones para los productores locales.
