Bogotá, Colombia. (AFP) - El presidente Iván Duque medirá la fuerza de sus políticas cuando sindicatos, estudiantes, indígenas y opositores protagonicen una gran marcha en Colombia en contra de su gobierno, que luce debilitado tras año y medio en el poder.
Con un abanico diverso de reivindicaciones y reclamos, los manifestantes colombianos se unen a la ola de descontento social, sin denominador común, que ha sacudido a Ecuador, Chile y Bolivia.
"La protesta social pacífica es un derecho constitucional, el cual garantizamos, pero seremos implacables con los actos de vandalismo", dijo el mandatario a la radio Candela.
En calles del centro de Bogotá se observaban este martes decenas de militares que fueron desplegados por solicitud de la alcaldía, según el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
La policía capitalina informó de una treintena de allanamientos que derivaron en la captura de dos personas con explosivos señaladas de provocar violencia en protestas anteriores.
Y, en un acto inusual, la autoridad migratoria ordenó el cierre de las fronteras con Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela hasta el viernes para evitar que extranjeros ingresen a alterar "el orden público y la seguridad".
Desde el jueves el gobierno ha expulsado a al menos 15 venezolanos señalados de querer infiltrar la protesta. Duque secunda a Estados Unidos en sus esfuerzos por sacar a Nicolás Maduro del poder.
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Miércoles 20 Noviembre, 2019
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