Violencia contra los hombres: una realidad

EDITORIAL

Este martes se conmemoró a nivel internacional el Día del Hombre. Dicha fecha la estableció en 1992 Thomas Oaster, un profesor de la Universidad de Misuri-Kansas.

La directora del Programa Mujeres y Cultura de Paz (Women and Culture of Peace Programme) de la Unesco, Ingeborg Breines, dio su apoyo incondicional para que la iniciativa de tener un día del hombre tomara oficialidad.

Con esta efeméride, se pretende lograr un real equilibrio entre sexos, mejorar el proceso de igualdad, equidad y contribuir con la salud del varón.

Sin embargo, a 27 años de establecida la fecha, ciertamente el Día Internacional del Hombre tiene poca incidencia, pues incluso la mayoría de los miembros de la población masculina ni siquiera sabe que existe dicha celebración.

Esto tiene que cambiar, pero ¿por qué los hombres deben conmemorar su día? La respuesta es sencilla, los varones están en su derecho de festejar su masculinidad todos los días, igual que las mujeres con su feminidad, por un tema de igualdad y respeto a sí mismos, por un asunto de equidad y reconocimiento del género, de demostrarse que son capaces de desarrollar modelos positivos, no solo en su relación con el sexo opuesto, sino consigo mismos.

Si la sociedad, hablemos de la costarricense, reconoce que cada 19 de noviembre es el Día del Hombre, o el 19 de marzo, como también se estipula a nivel nacional, entonces pueden las instituciones públicas y privadas replicar mensajes positivos que calen no solo en la mente de este segmento de la población, sino en las féminas, para que se logre el verdadero concepto de igualdad y equidad de género que tanto reclamamos.

No podemos seguir fomentando la guerra de los sexos. Están equivocados quienes creen que pisoteando al género masculino se logra la verdadera reivindicación de las mujeres, por el contrario, esto abre una brecha mayor.

Y con esa misma contundencia criticaremos el anuncio que está saliendo en televisión y redes sociales, financiado con recursos públicos, el cual lanza un llamado a unirse al Día de la No Violencia contra las Mujeres.

El corto con datos del Poder Judicial muestra que 67.670 personas solicitan medidas de protección por violencia doméstica; de estas, cerca de 13 mil son varones, un 20% en promedio, dando constancia de que muchos ya comenzaron a denunciar y buscar ayuda. Ya no se trata de números invisibles, ni meros rumores: muchos varones también son víctimas.

Aunado a esto, la campaña invita a las personas a unirse a conmemorar el día en favor de las féminas, a poner un alto a las agresiones. Entonces salta a la mente: ¿y los hombres? ¿Será que la violencia contra ellos no debe también reprocharse? ¿Acaso hay categorías de individuos receptores de manifestaciones de violencia que no deben reconocerse, que más bien se vale ignorarlas o justificarlas?

¿Será acaso que este país fomenta o encubre la violencia contra los hombres por el solo hecho de ser una minoría en las cifras oficiales?

¿Cómo es que no somos capaces de enviar un mensaje masivo reprochando todo tipo de violencia, sin importar religión, color de piel, ideología política, preferencia sexual, género…? ¿Ese 20% de hombres agredidos no nos importa?

Costa Rica podría marcar la pauta y demostrarle al mundo que se vale protestar por la violencia contra las mujeres, pero también brindar apoyo a los hombres que se atreven a denunciar su situación, pese a que la mayoría se burle de ellos y trate de invisibilizarlos.

Si pensamos que este año ha muerto una mujer por mes, tenemos que revisar cuántas de ellas eran madres de varones y entonces también darles el apoyo que estos merecen, pues también fueron víctimas.

Los hombres no son agresores por condición natural, pero la institucionalidad, convenientemente, sigue dándoles la espalda: los estigmatiza, los señala y los vuelve enemigos a ultranza de las mujeres, cuando lo correcto es unir, concertar, dialogar, formar e informar en igualdad de condiciones.

¿Que cada año mueren más mujeres por crímenes de odio? Es cierto, pero no podemos, como sociedad, seguir generando divisiones, desde el propio Estado corresponde enseñar sobre buenas masculinidades. Hoy más que nunca el portón está abierto.

Las nuevas generaciones no reconocen diferencias: aman, toleran y sobre todo son agentes de cambio y trasformadores en sus propios hogares.

Si seguimos hablado de los hombres relacionándolos con términos como “asesinos”, “violentos”, “intolerantes”, “insensatos”, “peligrosos” y demás, solo estamos replicando conductas nocivas.

Pero si dejamos a los hombres vivir, llorar, amar, sentir, reflexionar, realizarse, cuidarse, entenderse, trabajarse, descansar, sentir apoyo como lo obtienen más fácilmente las mujeres, posiblemente entenderán que este mundo tiene mil cosas que ofrecer más allá de la cultura machista, grosera, impuesta, obligada, intolerante e irrespetuosa.

Festejemos a los hombres y a las mujeres, la equidad y la igualdad, pero ante todo celebremos y mantengamos tanto el respeto como el rechazo contra toda manifestación de violencia.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Miércoles 20 Noviembre, 2019

HORA: 12:00 AM