Alejandro Carranza, presidente de la Asociación Solidarista de Empleados de la Caja Costarricense de Seguro Social (Aseccss), y el vicepresidente José Guerrero acudieron a la Fiscalía General de la República para interponer una denuncia por una serie de anomalías dentro de la entidad.
Carranza y Guerrero conversaron con DIARIO EXTRA sobre las preocupaciones que hay, ya que aseguran que el personal administrativo maneja Aseccss como si fuera una pulpería.
En julio anterior El Periódico de Más Venta en Costa Rica dio a conocer la denuncia acerca del pago de dietas a los integrantes de la Junta Directiva de Aseccss, el cual sería ilegal.
Pero los asesores y la gerente Ángela Arce en aquel momento aseguraron que tenían pronunciamientos legales que los autorizaba a desembolsarlos, ya que era un acuerdo de la asamblea general.
Ambos directivos comenzaron a dudar del tema y por eso hicieron una consulta al Ministerio de Trabajo, en la cual se les advierte nuevamente que la Ley de Asociaciones prohíbe el pago de las dietas y en caso de que se interponga una denuncia incluso podría cerrarse la asociación.
“Nosotros renunciamos a la dieta luego de esto, además que para que se pueda pagar está establecido que es necesaria la firma mancomunada del presidente o vicepresidente y del tesorero o vocal 1, pero ellos lo quitaron y ahora solo se pagan con una firma”, adujo Carranza.
Al respecto se consultó a Arce, quien explicó que no se había modificado la forma de cancelación, sino que ante la negativa de estas dos personas se buscó el mecanismo.
“Lo que se hizo es que cada mes se da una votación y como un acuerdo de junta se da el pago, que es un mandato de la asamblea que se debe cumplir”, manifestó.
Justamente este sábado será la asamblea general en Pedregal, donde el tema estará en la agenda para analizar si se elimina o se mantiene, pero los directivos insisten en que si se ratifica podría ponerse en riesgo la asociación, según lo dicho por el Ministerio.
OTRAS IRREGULARIDADES
Pero hay otras cuestiones que preocupan al presidente y al vicepresidente de Aseccss. Una de ellas es que en 2005 se produjo un acuerdo de junta en el cual se autorizaba un aumento de ¢300 mil a cinco puestos de la administración, entre estos la gerente.
Pero a la hora de ejecutarlo, resultó que se incrementaron ¢500 mil y la secretaria -que también debía recibir un aumento- no lo recibió, lo cual implicó ¡ un problema legal.
“Pero luego de varios años que se descubre esto resulta que dicen que hubo un error en el acta, porque lo correcto era medio millón, que fue lo que se estableció en un correo electrónico, pero el acta sí fue válida para el reclamo de la secretaría, lo cual es un sinsentido”, afirmó Guerrero.
Al respecto, la gerente adujo que sí hubo error, que ella aumentó los ¢500 mil que le indicaron y el presidente de la asociación de aquel momento firmó y autorizó.
También los directivos piden la revisión del pago de unos talleres que se realizan todos los años y al momento de presentar los costos a la Junta Directiva se aprobaron alrededor de ¢80 millones, pero al revisar los estados auditados aparece un desembolso de ¢167 millones, es decir se duplicó.
“No es posible que la administración haga casi lo que quiere, muestra una cosa pero después paga otra, sin dar explicaciones, porque yo pido las facturas y no me la entregan”, recalcó Carranza.
Arce también desmintió este punto y explicó que no se dio un pago mayor al aprobado, sino que se trata de una acumulación de facturas.
“Estos talleres generalmente se realizan entre setiembre y octubre, entonces al hacer el cambio de año fiscal, la factura del año anterior entró en este y se unió a la que sí es de los talleres de este año”, enfatizó la gerente.
Añadió que al sumar los dos montos, el resultado es una cifra mucho mayor.
Por estas situaciones y muchas otras más en Aseccss parece haber dos administraciones que no se ponen de acuerdo y ahora la situación se definirá en el ámbito legal.
