A Eduardo Valenciano Villegas lo asesinaron de al menos tres impactos de bala en la cabeza y su pareja resultó gravemente herida tras el tiroteo en una calle solitaria de Cóbano, Puntarenas.
La víctima mortal trabajaba en un supermercado de la zona, pero recientemente había renunciado para dedicarse a otro negocio, mientras su mujer -tal como lo informó DIARIO EXTRA en la edición de ayer- está embarazada y permanece internada en el centro médico.
Valenciano de 21 años iba a recibir como pago de una deuda la motocicleta en que llegó el principal sospechoso de dispararle, un sujeto de apellido Calderón, a quien capturaron horas después los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en su vivienda.
Tras accionar el arma de fuego calibre 25 e impactar a los dos jóvenes, el gatillero huyó creyendo que estaban muertos. Posteriormente lanzó la moto a un barranco que da al río Ario, sin embargo quedó prensada en unas ramas, a la vista de la gente que pasaba por la zona.
La acción policial se produjo en el sector conocido como Los Mangos, donde los judiciales decomisaron evidencia importante para la investigación, entre esta el arma que podría haber utilizado el homicida y que analizan en los laboratorios de Ciencias Forenses en San Joaquín de Flores, Heredia.
Según el OIJ, la víctima y el sospechoso del crimen se quedaron de ver en ese lugar donde ejecutaron a Valenciano para negociar la moto.
Trascendió que la muchacha embarazada caminó 2 kilómetros desmayándose para evitar que su marido falleciera.
A Calderón lo trasladaron a las celdas judiciales mientras espera la audiencia de medidas cautelares, que no se descarta sea prisión preventiva.a
