EE.UU. (SEP) - Los animales de compañía son leales hasta el fin y en su mayoría logran la admiración de propios y extraños, como es el caso de un precioso golden retriever que acompañó a su dueña durante todo el tiempo que esta acudió a clases, vigilante de auxiliarla en todo lo que la joven necesitara, a tal grado que la junta directiva de la institución lo honró con un título honorario, pues se le reconoció su “esfuerzo extraordinario, un compromiso constante y una dedicación diligente al bienestar y éxito estudiantil” de su joven ama.
La historia que se divulgó afirma que siempre que Brittany Hawley iba a clases, su leal perro de servicio Griffin estaba ahí. Si necesitaba su teléfono, el diligente animal se lo alcanzaba. Incluso cuando atendía a pacientes como parte de un internado se mantenía a su lado ayudándola.
Por lo tanto se consideró apropiado que cuando Hawley recibiera su título de maestría en terapia ocupacional de la Universidad de Clarkson, Griffin estuviera nuevamente a su lado y recibiera un diploma honorario para él.
La dueña afirmó que presionó “para que él también se graduara desde el primer día”, pues el pero “hizo todo lo que yo hice”. Así que la junta directiva de la institución en Potsdam, Nueva York, honró al perro de 4 años y enalteció su compromiso con la chica.
EL LA ELIGI” COMO SU DUE—A
Hawley, de 25 años, quien usa una silla de ruedas y tiene dolor crónico, afirmó que Griffin hace una amplia variedad de tareas físicas para ella, como abrirle las puertas, encender las luces y llevarle objetos que ella le indica con un apuntador láser. Pero quizás lo más importante es la tranquilidad que el perro le brinda en medio de su incesante y severo dolor, que le causa ansiedad y depresión.
La graduada recibió a Griffin a través de Paws4prisions, un programa que enseña a los reclusos de las prisiones de Virginia Occidental a entrenar y colocar perros de asistencia de alto nivel.
“Los reclusos permiten que muchos perros se te acerquen y dejan que ellos te elijan. Algunos perros tenían miedo de la silla de ruedas, pero Griffin saltó a mi regazo y me lamió la cara”, recordó.
Hawley y Griffin trabajaron en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte, durante un internado, ayudando a soldados con problemas de movilidad y trastornos psicosociales. Cepillar a un perro puede ayudar a que el paciente mejore su capacidad de movimiento y acariciarlo le ayuda a calmar su ansiedad, indicó la joven.
“Mis pacientes dirán: ‘Mis terapeutas son Brittany y Griffin’”, comentó, y agregó que cuando solicite empleo, ella y Griffin serán un solo paquete, puesto que se siente incapaz de participar en algo sin él porque está muy acostumbrada a que siempre esté ahí, a su lado y atento a todo lo que pueda necesitar.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Sábado 17 Agosto, 2019
HORA: 12:00 AM