Aumentos deben ir de la mano con la calidad

EDITORIAL

La mayoría de los costarricenses debemos levantarnos temprano, nos toca ponerle bonito durante todo el día y terminar bien cansados de trabajar para ganarnos el sustento que llevamos a nuestros hogares, pero, además, con el propósito de hacer frente a todos los gastos de servicios como agua, luz, teléfono, celulares, internet y otros.

Asimismo, tenemos que preocuparnos de contar con el dinero para pagar los pasajes que nos permitan llegar a nuestros trabajos, centros de estudio y lugares de esparcimiento, como para que así al descaro nos saquen el dinero de la bolsa, ni que este creciera en los árboles o no nos costara nada obtenerlo…

En estos días, los vecinos de Guanacaste se levantaron con la sorpresa de que tendrían aumento de tarifas en 14 rutas que van entre los ¢45 y hasta ¢665 en las próximas semanas, mientras otras seis bajarían de ¢10 a ¢140.

Y ellos no son los únicos. También se ha hablado de un subidón en otras rutas a lo largo de distintas partes del país y, por lo tanto, como usuarios, esperamos que cuando las empresas pidan estos incrementos lo hagan a conciencia.

En estos casos se torna casi trascendental asistir a las audiencias, pues la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) no tiene manera de darse cuenta muchas veces de las carencias de todas las empresas de buses, entonces los usuarios son llamados a indicar si reciben un buen o mal servicio.

Autobuseros, no es justo pedir más dinero solo para mejorar sus ganancias sino que también les corresponde dar un servicio de calidad a cada una de las personas que utilizan sus servicios, pues nadie anda en buses por puro gusto, casi siempre se hace por necesidad, al no tener otro medio de transporte para acudir a lugares de trabajo, estudio o actividades de ocio.

Muchos solo piden y piden aumentos… si por lo menos dieran un buen servicio, que fuera puntual, aseado y la compañía tuviera todas las unidades en buen estado, tal vez no habría tanto problema, pero algunas empresas en la totalidad del territorio nacional apuestan a ganar sin pensar en el usuario, que al fin y al cabo es quien le permite hacer dinero.

Para nadie es un secreto que en la mayoría de las oportunidades hacer uso del servicio de transporte público se vuelve una pesadilla, empezando porque los buses pasan a la hora que les da la gana, ciertos choferes en muchos casos creen que llevan ganado en lugar de personas, pues cometen todas las imprudencias que castiga la Ley de Tránsito en un solo viaje.

Y, para colmo, muchas de las unidades parecen peroles viejos a los que les suena todo, llevan asientos sueltos que quien va sentado en ellos parece que se subió a La Tagada, los timbres no sirven, las ventanas no cierran y en época de lluvia muchos terminan empapados como pollitos.

Para terminar, con tal de no perder ni medio pasaje, muchos suben gente hasta que los usuarios van como sardinas enlatadas, por lo que algunos van en las gradas poniendo en peligro su vida pues si las puertas se abren de golpe, en media vuelta, quién sabe cuántos terminarían en el suelo o con el bus pasándoles por encima.

Porque esos empresarios desconsiderados se aprovechan de que la Aresep no tiene el personal suficiente para montarse en todos los buses verificando cuántas carreras hacen realmente, pero además con todas las prácticas anteriores le roban al usuario al descaro, pues está pagando por algo que no recibe.

Los autobuseros deben ser conscientes de que el país no pasa por el mejor momento económico y, si bien muchos ocupamos trasladarnos en bus, cuando la cosa se ponga peluda, no nos quedará más que levantarnos más temprano y venirnos en bicicleta o hasta caminando.

Que si eso implica un sacrificio, pues sí, pero entre pagar los pasajes y comprar una bolsa de arroz y frijoles la respuesta es más que obvia, a como está el asunto hay que apretarse el cinturón.

Ojalá las autoridades ejerzan controles con más regularidad para ver si, de una vez por todas, los empresarios que manejan rutas de autobuses se toman en serio este asunto y muchos otros que, según ellos, cumplen, pero al fin y al cabo los usuarios terminan perjudicados, pues aparte de pagar más, deben luchar con las malas condiciones a las que muchos empresarios los exponen, así que no queda más que denunciar, para eso existen las instituciones encargadas del asunto.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Miércoles 22 Mayo, 2019

HORA: 12:00 AM