Un oso polar tuvo que caminar 700 kilómetros para poder obtener un poco de comida. Los hechos se dieron en Tilichiki, una aldea ubicada en la península rusa de Kamchatka.
Estos animales se ubican por lo general en Chukotka, lugar que se ubica a 700 kilómetros del sitio anteriormente mencionado.
No es común ver a estos osos polares acercarse a aldeas humanas, ya que son muy cuidadosos, sin embargo, este tenía mucha hambre como para que su instinto protector ganara.
"Debido al cambio climático el Ártico se está calentando. En consecuencia, las condiciones para la caza se vuelven menos propicias", dijo a Euronews Vladímir Chuprov, activista de Greenpeace.