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Opinión

Nuestros hijos no pueden quedar en manos de nadie más

Editorial

En estos días, no han dejado de circular informaciones sobre abusos cometidos por parte de sacerdotes a algunos jovencitos; esto hace que a los ciudadanos, pero en especial a los padres de familia, se les estruje el corazón porque les duele suponer por lo que les tocó atravesar. 

Pero también este tipo de testimonios y denuncias deberían provocar que analicemos lo que estamos haciendo con nuestros hijos o, peor aún, en manos de quiénes estamos dejándolos.

Estas situaciones marcan de por vida y muchas personas que las atraviesan terminan tomando decisiones lamentables porque no se sienten capaces de lidiar con lo que les pasó cuando eran niños o adolescentes. Otro tanto no logra mantener relaciones estables, constantemente sufre problemas para emparejarse y llevar una vida social estable en general. 

Padres: no es deber de nadie hacerse cargo de sus niños y también resulta vital no confiar en absolutamente ninguna persona, porque no sabemos las intenciones de quienes se acercan a los más pequeños de la casa.

Desgraciadamente, este mundo está podrido, lleno de gente de malos sentimientos y, peor aún de pensamientos terribles; es mortificante la existencia de personas que se excitan tocando a un menor que ni tan siquiera se ha desarrollado.

Sin embargo, resulta aún más perverso que estas personas se aprovechen de las necesidades económicas y hasta del afecto para lograr sus objetivos. Les dan regalos a sus víctimas, las llevan a comer a lugares que saben que tal vez estos muchachitos no pueden visitar, haciéndolas conocer un mundo al que no tienen acceso y al que solo pueden seguir entrando si acceden a sus pretensiones.

Como padres de familia, antes de enseñarles a nuestros retoños cosas tan importantes como leer, contar y hasta hablar varios idiomas, estamos llamados a brindarles valores, pero sobre todo dejarles claro que la dignidad no tiene un precio ni puede ser negociada por nada ni por nadie.

Se hace vital hacerlos entender que el dolor y la impotencia de las personas vulnerables víctimas de tocamiento, acoso, exhibicionismo, exposición a pornografía y amenazas llena de indignación, más al constatar que esas heridas son imborrables y afectan por completo la vida de los abusados.

Este no es un tema enteramente ligado a los sacerdotes, porque también hemos visto casos de maestras, profesores, misceláneas y hasta los mismos padres o tíos que tienen este tipo de comportamientos, los cuales que no pueden ser catalogados como otra cosa que aberraciones. 

Tal vez se hace tan impactante que se dé a conocer sospechas hacia sacerdotes porque se supone que ellos están llamados en la vida cristiana a ser representantes de Dios y Jesús en la Tierra, por lo que no deberían ocurrírseles este tipo de pensamientos, ni mucho menos este accionar que lesiona a las futuras generaciones y además resquebraja la relación que tienen los católicos con la Iglesia.

¿Con qué confianza permitimos que nuestros hijos colaboren como monaguillos? ¿Cómo los vamos a dejar participar de las pastorales, convivios y reuniones, así como cualquier otra de las actividades que se realizan si a ciencia cierta no sabemos quiénes están a cargo de estas?

La violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes debe detenerse de inmediato, se debe denunciar, pero especialmente urge empoderar a los pequeños de la casa para que no se queden callados, a pesar de las amenazas de estas personas, para que hablen, digan qué está pasando y no piensen en si es una persona cercana a la familia o no: nadie tiene derecho a tocarlos, ultrajarlos, obligarlos a comportamientos inadecuados ni mucho menos se pueden callar ante los abusos. 

Es momento de que, como adultos responsables, si vemos situaciones anómalas, denunciemos, porque si nos hacemos de la vista gorda somos igual de culpables que quienes cometen estos actos deshonestos, es como si fuéramos cómplices de estos tocamientos y demás abusos, pues no estamos haciendo nada para detenerlos. Desde pequeños, nos enseñan lo que está bien y lo que está mal y en aspectos como este eso no cambia con el paso de los años, ni de generación en generación.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 11 Marzo, 2019

HORA: 12:00 AM

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