CONSULTA: Mi pareja hace cosas muy malas y, cuando yo le hablo de eso y lo confronto, solo me dice que eso que hace no está mal y lo sigue haciendo, no sé por qué no le da vergüenza ni pena esas cosas que hace, me gustaría alguna respuesta de parte suya. Gracias.
RESPUESTA: Mi abuelita decía: “esta persona está tan mal que ni sabe que está mal, así de mal está”.
Cuando uno comete un acto negativo con alguien o con uno mismo y no se siente mal, debe encenderse una luz roja de emergencia que nos avisa sobre un error en nuestra humanidad, significa que algo no está bien con uno mismo, significa que el proceso normal de la conciencia esta cauterizado, ese proceso sano donde al cometer un acto negativo nos vamos a sentir mal y como consecuencia buscamos pedir perdón y deseamos reconstruir lo que hemos destruido.
Cuando ese valor moral se ha alejado de nosotros, nos convertimos en seres destructivos, porque cuando uno pierde esa cualidad, ¿qué queda? Si no la actitud de seguir comportándose en esa forma tan maligna y así convertirse en un acto repetitivo y sin ninguna piedad, porque cuando perdemos la moral entonces perdemos el enfoque, la oportunidad de crecer y de ser mejores.
Cuando uno hace algo que está mal y no se siente mal por lo que hizo, se excusa diciendo cosas como “eso está bien, no tiene nada de malo”, por desgracia ahí no se detiene el asunto, porque si además la persona siente alegría y placer después de haber hecho algo mal, ya en ese punto nuestra parte civilizada como seres humanos, nuestra moral y valores, no existen, nos volvemos entonces, personas sin límites, sin pena, sin corazón, o sea, sinvergüenzas.
Debemos entender que si actuamos mal en algo que nos debería dar vergüenza, como golpear a la pareja, ser infiel, no ayudar a una persona cuando lo necesita, descuidar a los padres cuando llegan a ser adultos mayores, y no nos sentimos mal, solo significa que hay algo mal en nosotros.
También estamos mal cuando ni tan siquiera nos incomoda que los hijos sean vagabundos con un vocabulario vulgar o pasan todo el día jugando juegos electrónicos.
Las conductas malas que practicamos tienen dos formas, una de ellas consiste en hacer alguna actividad que produce daño directo, la otra está en saber hacer lo bueno y no hacerlo y esta segunda es peor quedarse pasivo y no hacer nada cuando tenemos el poder de cambiar nuestra historia. Motive a su pareja a que busque ayuda en otros y recuérdele qué situación se elimina practicando aquel principio bíblico que dice: “No se cansen nunca de hacer el bien”.
Mauricio Mora
Consejero familiar
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PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Lunes 11 Marzo, 2019
HORA: 12:00 AM
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