El transporte de drogas por el país es constante, se da a cualquier hora y por todo lado. En algunos casos, logran driblar a la policía y coronar la carga; en otros, son detenidos con toda la mercancía que no llega a su destino final.
En las últimas horas los agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD) han realizado detenciones de jóvenes narcotraficantes costarricenses y decomisos de paquetes de cocaína que colocan en lugares inimaginables, lo incautado ronda los ¢300 millones.
POR EL NORTE
Cuando pretendía salir del país por la frontera norte de Peñas Blancas, los nervios y la sudoración de un trailero hicieron que los agentes de la PCD lo detuvieran para proceder con una revisión de rutina.
Una vez fuera de la cabina, el transportista que tenía como destino Guatemala, al que se identificó como de apellidos Ruiz Barrantes y de 41 años, se mostró aún más inquieto, lo que llamó aún más la atención de los antidrogas, quienes inspeccionaron el vehículo, hallando 30 paquetes de un kilo de cocaína en el tornamesa.
Según las autoridades, el chofer de nacionalidad costarricense cuenta con antecedentes por calumnias, portaba $220 y 1.810 córdobas. En cuanto al cabezal y la carreta, se encuentran registrados con matrículas costarricenses y transportaba tubos de hierro.
POR EL SUR
Por el sector sur del país, los narcos siguen moviéndose, sin embargo, en esta oportunidad se detuvo a dos de ellos cuando en un camión transportaban 51 kilos de cocaína que iban en un doble fondo.
El vehículo transitaba por el sector de San Vito de Coto Brus, donde los antidrogas realizaban un control de carreteras. La pericia de los oficiales los llevó a detenerlos, tras una minuciosa revisión se descubrió la ilegal carga.
Los transportistas fueron identificados por las autoridades como de apellidos Meneses Hernández y Segura Segura, ambos de 38 años y sin antecedentes penales, además llevaban un billete falso de ¢5 mil y una romana.
EN LA COSTA
Un hombre, su padre, su esposa y su cuñada fueron capturados como sospechosos de conformar una narcoestructura familiar que operaba en barrio Jícaros Dos, en Liberia de Guanacaste, adonde llegaban un sinnúmero de adictos.
La policía los identificó como de apellidos Tijerino Duarte, de 20 años, con expediente por tenencia y consumo de drogas en dos ocasiones; Tijerino Contreras, de 39 y sin antecedentes, y su pareja sentimental y cuñada, menores de edad.
Los oficiales antidrogas recibieron dos llamadas a la línea confidencial y gratuita 1-1-7-6, cuando el 15 de abril del 2018 comenzaron las averiguaciones que culminaron con los allanamientos a tres viviendas donde residían los detenidos, quienes al parecer se dedicaban a la venta indiscriminada de estupefacientes, también en los alrededores de un parque infantil y una escuela.
Tras la revisión de los inmuebles se decomisaron 316 dosis de marihuana, 47 de crack, ¢93.700 en efectivo, dinero producto al parecer de la venta ilegal y un arma de fabricación artesanal.
Tras el conteo de la droga y demás evidencia se procedió al decomiso, mientras que los detenidos fueron trasladados hasta el Ministerio Público, donde se les indagó y ahora esperan alguna medida cautelar.
