Las finanzas no solo están mal en el Gobierno

EDITORIAL

Durante los fines de semana, los malls, los supermercados, centros de entretenimiento y los hoteles siempre están a reventar. Muchas veces nos preguntamos cómo hacen tantas personas para darse todos estos lujos, si sus salarios simplemente no se los permiten.

Entonces nos damos cuenta de que a muchas personas les pasa lo que al Estado costarricense, es decir, gastan más de lo que tienen y luego están con el agua hasta el cuello, pues no pueden solventar todos los gastos, ni tampoco pagar las deudas.

El tema cobra relevancia porque cada vez se tornan más preocupantes las estadísticas que tiene el Ministerio de Economía y Comercio (MEIC) sobre el estado de la deuda por tarjetas de crédito.

Por eso vemos con buenos ojos el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Educación Financiera. Es justo y necesario que los ticos aprendan a manejar el dinero que se ganan para que no lo despilfarren ni gasten más de lo que pueden.

Lo ideal sería que de primera mano agarren a quienes tienen identificados como los que más deben y ver las causas, porque no creemos que la gente se endeude solo porque le da la gana, deben existir motivos y es importante conocerlos.

Para nadie es un secreto que el endeudamiento por las tarjetas de crédito ya está llegando a otros niveles, más allá de lo preocupante, y a esto cabe sumar lo que la gente saca de los almacenes de electrodomésticos y otros establecimientos parecidos, adonde va para llevarse cosas sin pensar en cómo las pagará después.

Lo más alarmante es que en los últimos 5 años las deudas se incrementaron en un 101%, de modo que alcanzan ya 1,2 billones de colones, cifra para encender las luces de alarma, pues prácticamente significa que todos debemos hasta los calzones que andamos puestos.

En estas condiciones, no entendemos por qué los bancos siguen dándoles tarjetas a personas que ni tan siquiera pueden honrar las deudas que tienen, y a pesar de ello buscan meterse en más jaranas.

Porque en los últimos 5 años la circulación de las tarjetas ha tenido un aumento del 75% y en total en la calle andan nada más y nada menos que 2,6 millones de plásticos.

De ese modo, si una entidad bancaria les bloquea esa tarjeta, estos deudores, a pesar de su condición, no tienen ningún problema en pedir una nueva con otra entidad bancaria e inclusive con la misma a la que le deben. Parece que los encargados de estas carteras tienen como único objetivo colocar tarjetas sin tener la garantía de contar con un pago.

Es hora de que las entidades bancarias pongan las barbas en remojo, porque si somos realistas muchas de estas deudas llegarán a ser incobrables y nos cuestionamos entonces: ¿Qué ganan colocando estas tarjetas si no van a recuperar el monto de dinero que la gente debe?

Hacemos un llamado vehemente para que la población sea más cautelosa y ordenada con estos productos financieros, pues fácilmente se les pueden salir de las manos, recordemos que las tarjetas requieren de un uso adecuado para disfrutar de sus beneficios.

No podemos olvidar que los intereses llegan al 40% o 50% de lo que se debe, por lo que, si somos realistas, endeudarnos con estos plásticos no es un buen negocio para nadie.

Recordemos: no podemos gastar lo que no tenemos. Esta es una premisa que deben habernos enseñado en los hogares desde pequeños. Uno no puede darse ciertos lujos que no es capaz de pagar a menos que un ahorro planificado lo haga posible, en especial ahora que están por entrar a regir los cambios de la Ley de Finanzas Públicas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Martes 19 Febrero, 2019

HORA: 12:00 AM