Las investigaciones en torno al secuestro y desaparición de William Sean Creighton Kopko, conocido como Tony, continúan arrojando datos importantes para los agentes de Crimen Organizado del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Lo último que trascendió es que, al dueño de una de las casas de apuestas deportivas más grande del país, lo asesinó un guarda de seguridad, que a su vez no tuvo reparo en enterrar el cuerpo en una finca ganadera en Sarapiquí. A este sujeto, al que el OIJ tiene identificado, le hicieron rastreos telefónicos, pero además saben que dejó su casa para buscar donde esconderse.
Fuentes confidenciales mencionaron a DIARIO EXTRA, que el sospechoso abandonó además el trabajo que tenía por 15 años y que se ha sumergido tomando licor, inclusive cambió de vivienda, lo que ha desconcertado a sus familiares, pese a que la policía no lo ha detenido debido a que se deshizo de su celular.
LLAMADAS QUE DELATAN
Fuentes cercanas a las pesquisas comentaron también que otro de los sospechosos, que ya está en prisión, Keni Ford, se comunicó durante 20 minutos vía celular con el guarda de Sarapiquí, mismo hombre que habría hablado también con Alejandro Vega, quien fue capturado durante una serie de allanamientos.
Ford supuestamente estuvo en contacto con la fiscalía y el OIJ, por lo que no se descarta que negociara algún beneficio a cambio de información sobre el paradero de Tony, como conocían al extranjero secuestrado, que podría estar enterrado en la finca ganadera.
No se descarta que Vega, quien ha sido guarda de seguridad y antes de su detención laboró para la Universidad de Costa Rica, con un salario superior a ¢1,4 millones tuviera un enlace en las autoridades judiciales.
RED DE FALSIFICADORES
El OIJ indaga si el empresario gringo además de utilizar pasaportes de Estados Unidos, (ya que nació en Miami) y de nuestro país, donde vive hace dos décadas, tenía el guatemalteco donde utiliza un nombre que no ha trascendido.
Al parecer el gringo había adquirido el documento con un grupo de falsificadores que operan en Centroamérica y que le diseñaron con las normas de seguridad muy exactas al verdadero del país vecino.
Inclusive se dijo que esta misma organización delictiva supuestamente facilitó un pasaporte al ciudadano iraní-estadounidense Anoushirvan Cyrus, quien utilizó en su momento ese documento falso de Nicaragua, pese a que salía y entraba con facilidad por nuestro país, donde era requerido por las autoridades por estafa mayor y evasión.
La policía no descarta que podrían estar detrás de un autosecuestro, debido a que Tony es buscado por los estadounidenses, quienes lo citaron a llegar a la Corte de Philadelfia, para un “arreglo” judicial por la supuesta evasión de impuestos, sin embargo, nunca llegó.
Trascendió que el gringo nunca tuvo nada registrado a su nombre y todo lo hizo por medio de testaferros, por lo que llegar a manos de la justicia estadounidense sería un acto que podría dejarlo encarcelado.
SIN RASTRO DE VÍCTIMA
La pesadilla para el empresario empezó el lunes 24 de setiembre pasado, cuando salió en su vehículo Porsche Cayenne Turbo con destino a su vivienda, a las 10 p.m. en sentido San Pedro hacia Granadilla de Curridabat, cuando fue interceptado por dos motorizados de tránsito quienes con la sirena y las luces encendidas le hicieron señal de alto.
De inmediato se detuvo el extranjero y en ese momento llegaron cuatro personas a bordo de un pick up gris rentado por Yorduan Morales Vega y conducido por Mauricio Castillo, donde uno de ellos se bajó para tomar control del lujoso carro, mientras a la víctima la pasaron al 4x4.
Según el OIJ un hombre identificado como Keny Ford, afrodescendiente, fue quien tomó el Porsche de la víctima y se enrumbó hacia San Isidro de Heredia donde sufrió supuestamente un desperfecto mecánico, lo que originó que se saliera de la vía y chocara contra una tapia de piedra de una propiedad privada y deja botado el automotor, que fue revisado minuciosamente.
Los otros dos ocupantes (Alejandro Vega Aguirre, Yorduan Morales Vega) se mantuvieron en el pick up con el gringo a quien llevaron a una vivienda ubicada en La Trinidad de Moravia, donde residía María Aguirre, en una extensión grande, con zonas verdes la cual colinda con otra casa.
Nuestra garganta profunda agregó que los dos motorizados del tránsito, Mauricio Castillo, Keny Ford y dos hombres más que no han sido detenidos y que estuvieron en Sarapiquí, habrían recibido $100 mil (¢60 millones), por realizar el levante.
Trascendió que este último sujeto, quien es vecino de Corales de Limón y se desempeñaba como guarda de seguridad en eventos masivos y en bares, tenía la supuesta intención de salir del país, ya que es ciudadano estadounidense, pero el OIJ logró detenerlo. Además, sería quien empeñó en un negocio en Guápiles la computadora y un celular de Tony.
Ante lo complicado del caso, la familia del empresario contó con la colaboración de un grupo de exagentes del FBI, quienes empezaron a descartar gente en primera instancia del núcleo más cercano.
Sin pensarlo dos veces la desesperada mujer accedió a las peticiones y condiciones de pago, donde en primera instancia eran $5 millones, lo que fue rechazada. Ante esto los secuestradores doblaron el brazo y recibieron un depósito en moneda virtual (sólo se intercambia forma electrónica, para lo cual se utiliza una red de ordenadores, normalmente conectados a Internet y un sistema de valor almacenado digitalmente).
No se descarta que en los próximos días los agentes del OIJ realicen una serie de diligencias en diferentes sectores del país, donde podría haber más detenciones y la ubicación de la finca donde se cree está enterrado William Sean Creighton Kopko, conocido como Tony.
