Con la voz entrecortada, la magistrada de la Sala I y vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia, Carmenmaría Escoto, leyó a sus compañeros magistrados una pequeña nota donde anunció su decisión de acogerse a su jubilación, tras 33 años de servicio en el Poder Judicial.
“No puedo dejar pasar esta oportunidad para hacerles saber en pocas palabras que se cierra un año y con él, muchos atrás donde compartí en esta institución, alegrías, penas y momentos de incertidumbre, pero también instantes maravillosos. De esta manera se cierra una página donde dejo parte de mi vida y quizás mis más queridas amistades y admiradas compañeras y compañeros para empezar un nuevo capítulo en mi vida, pero siempre con la alegría de vivir, de compartir y de aprender de aquellas personas quienes iluminan nuestros senderos a través del trabajo dado con devoción sincera de la justicia y el amor”, mencionó la magistrada.
Escoto decidió no buscar una reelección más a su puesto como magistrada, ya que reconoce que estos campos no pueden ser a perpetuidad y dejará la misma en febrero del 2019. Al auditorio del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) donde sesiona la Corte Plena, acudieron amigos, familiares y empleados judiciales para agradecer el trabajo de la magistrada.
Entre abrazos y lágrimas, Escoto saludó a cada magistrado y amigos quienes a su vez le agradecieron su trabajo en especial por su labor a favor de las poblaciones más vulnerables.
Una de ellas, fue la jueza agraria Damaris Quintana, quien acompañó a la magistrada en su labor para la construcción de la reforma procesal agraria que el Congreso aprobó este año y que permite que los juicios agrarios sean orales y más ágiles.
“Doña Carmen es una líder en todos los campos, no solo en la jurisdicción agraria, sino en los objetivos de desarrollo sostenible, en las reglas de Brasilia que ha liderado y en el largo proceso del Código Agrario y sin su liderazgo esto no hubiera sido posible”, apuntó.
Escoto también jugó un importante rol en distintas comisiones del Poder Judicial, como la de género, de valores, para personas con discapacidad, de ambiente y de acceso a la justicia, foros que ella considera fundamentales para que el Poder Judicial tenga un acceso directo a la población.
SENSIBILIDAD
Precisamente, la gran sensibilidad que la magistrada reflejó con las poblaciones más vulnerables, es una de las cualidades que más se le reconoce.
“Ella siempre ha sido una ardua defensora de las poblaciones indígenas, personas con discapacidad, afrodescendientes, adultos mayores, niños, comunidades afectadas por el cambio climático, y para el Poder Judicial es una gran pérdida que se nos vaya una mujer que es toda una institución”, agregó Quintana.
Otros magistrados se sumaron en palabras de agradecimiento a la labor de la magistrada Escoto. “Hay una fase de doña Carmen que revela un sentido por la justicia que es toda la preocupación que tuvo por los grupos vulnerables, ella no ganaba nada en lo personal, pero sí en la administración de justicia, y con una gran sensibilidad humana que me ha servido como ejemplo a seguir”, comentó el magistrado Paul Rueda, de la Sala Constitucional.
El magistrado Luis Guillermo Rivas, de la Sala I, resaltó la condición personal de Escoto para poder acercarse a los demás de una forma muy humana, incluso usando frases de cariño como “chuchitos” para referirse a los mismos magistrados.
“Demando de nosotros vivir y actuar en manada, porque en manada es como sobrevivimos, como dice Carmenmaría”, señaló.
También el magistrado Román Solís de la Sala I recalcó la proyección de Escoto en el campo social y que el Poder Judicial también se interesa en la problemática social que vive el país.
“Así es como ella desde que llegó a la Sala I comenzó a desarrollar una serie de tareas pertinentes al derecho social, el derecho agrario que es campo intelectual donde doña Carmen se ha desarrollado, es un derecho que se interesa por lo social”, indicó.
El presidente de la Corte, Fernando Cruz, la definió como el “oleaje” porque es una persona muy dinámica y siempre hay que estar pendiente a dónde va.
También lamentó que ella no pueda continuar en el Poder Judicial.
“Yo siento las ganas de seguir adelante, pero estimo que las magistraturas no pueden ser vitalicias, que hay gente por venir y hay momentos en los que hay que saber llegar y saber irse”, concluyó la magistrada.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
CRÉDITOS: Foto: Johanfrend Bonilla
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Martes 18 Diciembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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