Antes de que Jonathan McDonald saliera a la gira para los juegos ante Chile y Perú, su mamá Ana Delia Porras no pudo hablar con él del reto que tenía en frente, pero ella sabía que vendría algo bueno.
Y no fue cuento, pues la señora se dispuso frente al televisor para ver el juego, confiada en que ese fruto de su amor con su esposo Jasper McDonald iba a celebrar. Por cierto, su pareja no estaba con ella, ya que viajó a Perú para darle aliento.
En las tomas del calentamiento de pronto apareció en la pantalla el portero inca Pedro Gallese, a lo que doña Ana pronunció a los cuatro vientos: “Usted va a saber lo que es recibir un gol de Jonathan McDonald”. Y se le cumplió, pues al minuto 41 su “chiquito” recibía pase de Joel Campbell para acomodarla con la derecha y definir de zapatazo con el botín izquierdo.
“Eso fue lo que le dije, que se iba a dar cuenta lo que era recibir un gol de mi hijo, y ya ve, el primer gol lo hizo él. Se puede decir que fue él quien abrió la red y es que se ha caracterizado en romper récords. Ayudó a romper este de 62 años”, dijo aún emocionada.
DE LA MANO DE DIOS
Contó cómo su retoño ha sido disciplinado y que enfocarse más en Dios es vital en su desarrollo. “Veo en él trabajo, dedicación, esfuerzo y negarse muchas cosas. Ya no es impulsivo, ni enfrenta a los rivales. Dentro y fuera de la cancha va superándose él mismo.
Para nosotros como padres es satisfactorio ver ese trabajo hecho. Lo felicitamos, en verdad no encontramos palabras para describir lo que ha estado viviendo con su trabajo. Por su esfuerzo ha llegado donde está”, expresó.
PARTE ESPIRITUAL HA
SIDO UN ENORME APOYO
“Él tiene una comunión con ‘El Hombre’, como le dice, y ha sido como un despertar, pues antes no estaba como muy de la mano con Él. Ahora vemos esa espiritualidad y que le funciona. Sabemos que todos tenemos sueños, pero no puede ser que los alcancemos el mismo día. Este sueño él lo ha venido madurando. Le ha dado esa habilidad y talento”, añadió.
MUY TRANQUILO
EN LA CASA
Ver a Mac en una cancha disputando un balón es identificar a un jugador aguerrido y luchador, pero su madre lo describe como muy chineado. “Es muy tranquilo y muchas veces busca el refugio del silencio”, indicó.
Cuenta que en tiempos difíciles, ante una adversidad deportiva, ella no le recrimina, “no me gusta echar más leña al fuego”.
Le agrada que se sienta en confianza de llegar a un ambiente casero, estar en el calor del hogar. “Afuera de la cancha es un muchacho callado. Yo le reconozco un gesto en la cara cuando está chineado. Es un gesto en su boca.
Le tenemos una palabra que le decimos de cariño, pero mejor no se las digo”, comentó esta madre, a quien no le cabe el corazón de la contentera de ver a su “niño” cumpliendo metas.
Cierra con esta reflexión: “El mundo es de oportunidades y existen para todos. Cuando surgen hay que tomarlas y no dejarlas caer”.
PERIODISTA: Alejandro Fonseca
EMAIL: [email protected]
Jueves 22 Noviembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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