Soy un hombre soltero de 30 años. Me considero una persona muy insegura y particularmente miedosa para todo lo que tenga que ver con infecciones y enfermedades contagiosas. Nunca he tenido pareja, pero sí he tenido relaciones sexuales y siempre uso de manera estricta el condón. El sida me aterroriza y en algunos sitios de Internet he leído que uno puede contraer el virus al sentarse en un inodoro público.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida, conocido por sus siglas como SIDA, es una enfermedad infecciosa que apareció a finales del siglo anterior. Inicialmente se desconocían los pormenores del contagio, de tal forma que se generó una ola de rumores que atemorizó a la población. Hoy, por el contrario, sabemos que las tres principales formas de contagio son a través de las relaciones sexuales, por el uso de agujas o derivados sanguíneos contaminados, y de la madre infectada al niño durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Desde antes de la era del SIDA han existido muchos temores sobre la utilización de los servicios sanitarios públicos. Tradicionalmente se creía que se podía adquirir una enfermedad venérea y particularmente en la mujer se temía que una secreción con semen y por ende con espermatozoides pudiera provocar un embarazo. Hoy sabemos que eso no es posible, como tampoco es posible el contagio con el VIH/SIDA por el uso de estos baños.
Por el contrario, infecciones intestinales que causan diarrea, vómito y trastornos digestivos sí se pueden adquirir sobre todo por el contacto de las manos con la perilla del servicio, así como con las cerraduras de las puertas que pueden estar contaminadas.
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CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Viernes 16 Noviembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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