La situación no es jugando

Editorial

Cuando consideramos los constantes cambios en el clima, así como las enfermedades y virus que cada vez atacan con más frecuencia y fuerza en épocas del año en las que no son usuales, nos podemos dar cuenta sin necesidad de ser expertos en temas de medio ambiente que el planeta empieza a pasarnos la factura por los excesos cometidos en su contra.

Todas las veces que usamos productos que no son reciclables, tiramos basura, desperdiciamos agua como si esta fuera eterna, maltratamos animales, talamos árboles de manera indiscriminada, construimos donde la naturaleza no lo tiene permitido y un millón de acciones más, vamos generando poco a poco una catástrofe de la que no podremos escapar.

Entre estas amenazas que vamos provocando destacan los virus, que antes eran más fáciles de controlar, sin embargo ahora atacan con gran potencia y se han vuelto en amenazas verdaderamente mortales. Aquello que algunos consideran una simple gripe se ha transformado en el último brote de virus sincitial, el cual ya registra 3 niños muertos.

Mucha gente considerará que se trata de brotes usuales, no obstante con todos los avances que tiene la ciencia no debería morir nadie por una gripe. Además, se supone que los papás ponen atención al mínimo cambio en la salud de sus hijos para que males como este no pasen a más, lamentablemente muchas veces se peca de confiados y creyéndose expertos los padres reducen todo a un simple resfrío, sin tomar en cuenta las consecuencias de obviar la atención profesional.

Pero no solo se trata de estos niños fallecidos, pues además se reportan 17 en condición muy grave, debe considerarse aquellos infantes que tienen la posibilidad de ser vistos en nosocomios privados, por lo que estos números sin lugar a dudas deben encender las luces de alarma.

Asimismo, existen 83 niños internados por problemas respiratorios, estos, a pesar de no estar en condición grave, sí tienen un estado de salud que debe preocupar a sus familiares.

Con un panorama como este, se vuelve necesario hacer un llamado a los papás y mamás de niños pequeños para que redoblen esfuerzos que resguarden y protejan a sus hijos de los virus estacionales.

Lo más preocupante de estos temas es que afecta principalmente a infantes menores de 2 años. Es una edad en la que aún no pueden explicar con claridad qué es lo que les duele, pues muchos apenas si hablan, además no saben muy bien describir los síntomas que tienen.

Se puede echarle la culpa a quien nosotros queramos, pero los principales responsables somos nosotros mismos, pues no implementamos las medidas de higiene como debe ser, a lo que se agrega que el medio ambiente nos está pasando factura de todo el daño planetario.

Recordemos que nosotros los adultos somos el principal ejemplo de los más pequeños de la casa, así que nada nos cuesta hacer bien las cosas, lavándonos las manos, usando alcohol y dándoles un correcto lavado a los alimentos que vamos a consumir.

Se torna fundamental tomar en cuenta las recomendaciones de las autoridades de salud, como cuando emiten una alerta de no visitar lugares donde haya grandes aglomeraciones de personas, ya que no se refieren únicamente a lugares como estadios y centros comerciales, también es vital tener presente que donde haya más de 7 personas en un mismo lugar ya existe un peligro para los niños.

Además, no cuesta nada poner cuidado a los lugares donde estamos yendo a desayunar, almorzar o cenar, siendo que a veces vemos que no se cumplen los mínimos protocolos de limpieza o de manipulación de alimentos, sin embargo, pareciera que nos hacemos de la vista gorda porque ni siquiera así nos levantamos. Si usted no cuida su salud, por lo menos cuide la de los más pequeños del hogar.

Antes las abuelitas decían que cuando algún niño se le caía algo que estaba comiendo ya no lo podían comer porque lo había chupado el Diablo, era un decir de aquellos tiempos que por lo menos servía para que los niños no se llevaran a la boca alimentos contaminados.

Ahora, por el contrario, muchas madres ven que a sus hijos se les cae una galleta o cualquier otra cosa que se estén consumiendo y con tal de no levantarse a juntarlo o cambiarlo por un alimento limpio, prefieren dejar que se lo coman con el cuento de que así se aumentan las defensas.

Es hora de que todos pongamos de nuestra parte para evitar llorar a más muertes de niños por causa de estas infecciones respiratorias, los virus estomacales y las diarreas, pues muchos dirán que son atípicas en estos tiempos, sin embargo debemos adecuarnos a los cambios de clima que se están dando no solo en nuestro país, sino en todo el mundo.

Procurar seguir las medidas de higiene es una cuestión de vida o muerte, más aún cuando de infantes se trata, de esta manera no enfermarán y es que en una casa cuando alguno de los niños se enferma al final todos los de la familia terminan contagiados.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 15 Octubre, 2018

HORA: 12:00 AM