Susan Anyelic Zúñiga Rodríguez tenía 14 años de laborar para la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional (Jupema) hasta que la despidieron el pasado 26 de setiembre.
Por tal razón Zúñiga interpuso una demanda ordinaria laboral y una medida cautelar ante causam por despido encubierto.
“En tiempo y forma vengo a demandar en la vía ordinaria laboral, a la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional por sus siglas Jupema, cédula jurídica 3-007-117191, según lo establece el artículo 106 del Código Procesal Civil, en contra de los señores directivos de la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional junto con el director ejecutivo de la institución Roger Luis Porras Rojas, y la señora Ana Julieta Escobar Monge, señor Guillermo Villegas Chaves, jefe de informática; Ana Gabriela Vallecillos Cerdas, encargada de Recursos Humanos.
En virtud de que los suscritos son responsables desde el punto de vista de la responsabilidad subjetiva al haber tomado un acuerdo contario a derecho, el cual genera un despido encubierto en contra de la suscrita debido a que el despido fue sin responsabilidad laboral, en el cual no fueron cancelados los extremos laborales de preaviso y cesantía”, reza la demanda.
Jupema señala que Zúñiga otorgó un crédito que no cumplía con los requisitos y cobró.
Por esta razón la despidieron aduciendo que el préstamo no se adaptaba a los estatutos internos.
Para la afectada se equivocan al señalarle un descuido reiterativo de su parte.
“No actué de mala fe porque usted no se levanta en la mañana, se maja un dedo y dice ‘hoy voy a joder a la Junta de Pensiones con 10 millones 200 mil colones’.
Actuar de mala fe implicaría que yo me vi beneficiada con esos ¢10.200.000 de alguna manera, como si yo me hubiera puesto de acuerdo con la señora y a la salida del trabajo me hubiera dado la mitad del crédito, lo cual no es cierto.
O sea, esas son acusaciones muy fuertes para mi honorabilidad”, declaró la demandante.
Además, cabe mencionar que cuando le entregaron la carta de despido no le indicaron los motivos, sólo le señalaron que tenía que firmar, lo cual la hace sentirse utilizada y con el honor roto.
“Me siento como cuando a uno el esposo la abandona, le da vuelta y aparte de eso también sos la culpable. Me siento usada, ni siquiera me dijo nada. Usted sabe lo que es subir a la segunda planta del comedor con la jefa de Recursos Humanos, el jefe de Seguridad Informática y ella que le dice ‘es que ocupamos hablar con vos’ y yo pienso ‘tanta cosa para que me mande tres días para la casa, sin goce de salario’, pero cuando voy a la mitad de la grada siento en mi corazón que me iban a despedir”, acotó.
ABOGADO
Joseph Rivera, abogado que lleva el caso de la demandante, manifestó que todo se presenta porque se considera que no hubo elementos suficientes para materializar un despido.
“Dentro del proceso lo que se presenta es una medida cautelar ante causam, para solicitarle al Juzgado que la reinstale. Jupema fue notificado el 9 de octubre y hasta el jueves tuvo tiempo para contestar la medida cautelar. El Juzgado le da tres días para que conteste y se refiera al tema en relación a la reinstalación.
Con el fondo del asunto le da 10 días para que se refiera al fondo de la demanda y con la nueva Reforma Procesal Laboral dice que usted no solo puede demandar a la institución, sino también a todos los actores, por eso van los distintos involucrados en el caso”, explicó.
Intentamos conocer la versión de Jupema, pero ya habían terminado labores.
PERIODISTA: Alexander Méndez
CRÉDITOS: Fotos: Carlos Barquero
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Sábado 13 Octubre, 2018
HORA: 12:00 AM
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