La primera víctima mortal de las manifestaciones que desde el lunes se vienen dando con motivo de la huelga nacional, falleció en la entrada al barrio Santa Eduviges de Limón, la madrugada de este jueves cuando los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes estaban caldeados y se escuchaban detonaciones de bala.
La víctima es un adolescente de 17 años identificado con el nombre de Antuán y al parecer era vecino de la zona.
Según la poca información que trasciende del hecho, ya que las autoridades se han mostrado muy herméticas, el joven se encontraba en una acera en la entrada de Santa Eduviges presenciando los disturbios cuando se escuchó una ráfaga de bala y uno de los plomos le impactó en la cabeza, ante la sorpresa de quienes estaban junto a él.
Cuando el joven cae herido de muerte, otro muchacho de 16 años también se desploma tras un balazo en una rodilla. Algunos presentes se organizaron y llevaron a ambos jóvenes al Hospital Tony Facio, donde lamentablemente muere Antuán. Según las primeras investigaciones, era parte de la revuelta, dato que ahora investigan los judiciales del OIJ de Limón.
SIN DATOS
El Ministerio de Seguridad Pública se negó a suministrar datos de este hecho. No se tiene claro el origen de la bala perdida que acabó con la vida del joven limonense.
“De momento no se tiene claro cómo sucedieron los hechos, por lo que los agentes judiciales destacados en Limón continúan investigando”, indica el reporte de prensa del OIJ.
Los vecinos de la zona narraron que el fallecido era un joven muy tranquilo, sin problemas con la justicia y sin antecedentes. Sin embargo, la curiosidad lo habría llevado a observar el conflicto, aunque otros aseguran que estaba participando en actos vandálicos al momento de su muerte.
SAQUEOS
Esta semana los asaltos, saqueos y amenazas por mensajes, han puesto los pelos de punta a los limonenses luego de que los antisociales aprovecharon las manifestaciones para sembrar terror. Por esta razón, varios sectores piden más efectivos a la Fuerza Pública en las noches para mantener la seguridad.
DIARIO EXTRA recorrió las principales calles de la Perla del Caribe para conocer la problemática de primera mano.
Así se logró comprobar que el temor impera en los habitantes de la zona después de las 6 de la tarde. Además, por medio de mensajes en WhatsApp jóvenes difunden audios aduciendo toque de queda después de esa hora y si observan a alguien en media calle lo asaltan y hasta pueden atentar contra su vida.
Al principio los vecinos tomaron la situación en broma y el Gobierno descartaba las acusaciones, pero con el paso de los días esos rumores se convirtieron en realidad.
Todos reconocen que en los últimos meses las acciones policiales han sido buenas, pero en este momento se han reducido para proteger la planta de la Refinadora Costarricense de Petróleo y los puertos, lo cual aprovechan los ladrones para hacer de las suyas.
TRAILEROS CON MIEDO
Los dos ataques más graves los recibieron los traileros a punta de bombas molotov, lo cual ha resultado en la quema de dos vehículos mientras a sus conductores les sustrajeron las pertenencias.
Uno de los que mostró esa inquietud es David Gómez, quien en medio de la presa en Moín le contó al Periódico de más Venta de Costa Rica como se las ha ingeniado para evitar esos incidentes.
“Entre todos nos hablamos para no salir a las calles y evitar que quemen más camiones, uno no puede estar tranquilo ante estas situaciones, pero tampoco podemos dejar de trabajar”, agregó.
Varios empresarios han decidido guardar sus unidades a los predios y coordinar con equipos de seguridad para cuidar al personal.
PIRATAS PREVENIDOS
Otros que alzaron la voz ante las presiones son los taxistas informales. Ellos tampoco quieren cruzarse de brazos y buscan de alguna manera el sustento a sus familias, pero también anhelan que esto pare para el beneficio de todos.
Tal es el caso de José Soto, quien manifestó su preocupación ante el aumento del ambiente de tensión que se vive en la zona.
“Entre las cinco y seis de la tarde todos los comercios cierran sus puertas, incluso los buses dejan de trabajar ya que el vandalismo se ha apoderado de la provincia, anoche saquearon un restaurante. Los responsables de estos actos no son taxistas, ni piratas y menos los sindicalistas; son delincuentes comunes”, apuntó.
AUTOBUSEROS TOMAN MEDIDAS
El transporte público no se queda atrás en las afectaciones, tanto las empresas Transportes del Atlántico Caribeño S.A. (Tracasa) y Grupo Caribeños, implementaron medidas para proteger las unidades, choferes y pasajeros.
Caribeños informó que modificó los horarios de la ruta San José – Limón, desde las 4:30 a.m. hasta las 5 p.m. salen buses en lapsos de dos horas cada uno, con esto recortaron una gran cantidad de viajes ya que con normalidad salen cada 30 minutos.
Estos cambios se implementaron solo en esta ruta y se mantendrán por tiempo indefinido.
En el caso de Tracasa, apenas los sindicalistas apliquen tortuguismo suspenden las carreras en toda la provincia, no han disminuido la frecuencia de las rutas, pero son tajantes que después de las 5 p.m. paralizan los servicios.
El miércoles por poco resultan afectados por un acto vandálico, se trataba de un bus de la ruta Limón-Guápiles con capacidad completa de ocupantes, pero la rápida acción policial impidió que los ocupantes se convirtieran en víctimas.
Ambas empresas agregaron que mantienen constante comunicación con sus choferes por chats de WhatsApp y radiocomunicadores para actuar rápido en caso de un incidente. Además, los pasajeros comprenden los cambios de última hora y dejan de un lado los reclamos.
COMERCIANTES ANGUSTIADOS
POR PÉRDIDAS
Sin duda, los que han sentido en carne propia los efectos de la delincuencia son los comerciantes. DIARIO EXTRA conversó con los administradores de la Tienda El Machetazo, la Panadería Musmani y Electrónica Coto.
Todos indicaron que, por la ola de asaltos, cierran las puertas entre 4:30 p.m. y 5 para que sus empleados se movilicen a sus casas.
En cuanto a las pérdidas, los tres comentaron que van desde el 50% al 75%, incluso el administrador de El Machetazo comentó que se vieron obligados a aplicar ofertas como tres prendas por cinco mil colones para balancear las cuentas.
Ellos esperan que esto se controle, sobre todo porque forman parte de un grupo que ayuda a la provincia a salir adelante.
Los sistemas de seguridad como cámaras y alarmas han sido sus mejores aliados ante esta ola de vandalismo.
