Mientras el gobierno corre para apagar el incendio de la crisis migratoria, DIARIO EXTRA logró conversar con una abogada contratada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para ayudar en la unidad de Refugio de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), recibiendo o rechazando a los solicitantes.
De acuerdo con la mujer, quien por seguridad prefirió proteger su imagen, no se cumplen los protocolos para los solicitantes, no hay protección de su imagen, tampoco confidencialidad, no se les entrega el carné de solicitantes cuando llegan a entrevistarse y pasan el primer filtro.
“Imagínese que yo me fui y quedaron seis personas (atendiendo). Con esto ellos pretenden resolver un total de 23.000 solicitudes”, denunció.
La licenciada responsabiliza al gobierno de la crisis migratoria, pues en su momento no se preocupó por suministrar personal para resolver 4.000 solicitudes.
“Debería preocuparse por resolver 17.000 o 23.000 solicitudes, pero no pone personal capacitado para verificar que en realidad hay gente que sí merece el estatus de refugiado y hay gente que no. Si ellos no se preocupan, el asunto va a llegar a 100.000 en año y medio”, narró.
Además señala que esto es un error en la seguridad nacional, porque si no se aplica el filtro como debe ser “pueden entrar nicaragüenses, paramilitares, pueden entrar integrantes de pandillas de El Salvador. Es decir, tiene el chance de entrar al país el que quiera. Es tanta la premura de tratar de sacar la solicitud diaria que no se controla el ingreso”.
PRESIÓN PARA PASAR SOLICITUDES
La abogada explicó que Acnur le pagaba ¢774.000 mensuales, pero no le pagaba las cargas sociales, eso le tocaba a cada profesional contratado.
“Yo estuve en un primer periodo, luego salí, nos volvieron a llamar, pero Acnur por regla interna no puede volver a contratar a una misma persona después de nueve meses, entonces nos dijeron que hiciéramos una sociedad para así justificar el pago. Eso sí, no pagaban las cargas sociales al Estado, lo teníamos que hacer cada uno”, aseguró.
Indicó que en ese tiempo le correspondía entrevistar a los solicitantes y hubo varias ocasiones en que su coordinador se le acercó sin decirle nada directamente, pero se sentía coaccionada para que volviera a revisar las solicitudes que rechazó y les diera el visto de aprobadas.
“Hay ciertos comentarios y cosas que lo ponían a uno a pensar, como ‘¿por qué no te revisas eso?’, ‘revisate tal caso’ y ‘¿por qué no le haces una entrevista de ampliación?’.
Tal vez no había manera legal de que usted pudiera decir si era meritoria la persona solicitante, sin embargo siempre me negaba y eso me trajo muchos problemas”, relató.
ACNUR PRETENDE QUE TODOS PASEN
Otro aspecto que la abogada explicó era la necesidad de que todos los solicitantes de refugio, al menos los que ella revisaba, aprobaran y cada vez que rechazaba alguno la réplica de Acnur se hacía sentir con cuestionamientos sobre la tarea que realizaba.
“El chip que te dan en Acnur para poder ser oficial de legibilidad es muy distinto a cuando llegas a refugio porque ellos lo ven desde un parámetro distinto, ellos lo ven desde una perspectiva de pobrecito todo el mundo, pobrecito fulanito, que mire que son perseguidos, y si nos ponemos a aceptar a todo el mundo que pida ingresar imagínese.
Por eso es que usted ve a los costarricenses enojados que las becas, que el seguro, entonces sin ser un asunto de xenofobia, al tico le cuesta mucho aceptar estas cosas”, comentó.
Aseguró que en las solicitudes de refugio se basan en 5 parámetros y si la persona no los cumple no se le concede, “entonces a Marcela (funcionaria de Acnur) le molestaba que se estuvieran negando muchas cosas, pero si no las cumplían ¿cómo hace usted?”.
NO ES XENOFOBIA
Para la denunciante esto no es un tema de xenofobia, “pero tal vez el gobierno no está cumpliendo con sus coterráneos. Obviamente la gente está molesta porque se le dan becas a los nicaragüenses, y no es que no las merezcan, pero si uno viera esa actitud de ayuda, por ejemplo con los ticos en el tema del trabajo, el costarricense lo vería distinto”.
“Vea el caso de los venezolanos, ellos venían con la solicitud de refugio y de una vez te traían la carta solicitando el permiso de trabajo porque ya habían conseguido uno, pero se les denegaba el permiso de trabajo hasta tanto no hicieran y pasaran la entrevista”, agregó.
Por último dijo que el gobierno de Carlos Alvarado ha hecho la vista gorda en muchos aspectos y no les da la importancia que merecen.
PERIODISTA: Alexander Méndez
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Jueves 23 Agosto, 2018
HORA: 12:00 AM
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