Enfrentar a Suiza sin ninguna posibilidad de clasificar ya es un fracaso para la Selección Nacional, que se despide esta tarde del Mundial con la consigna de evitar un papelón mayúsculo.
Por eso, contrario a lo que la mayoría piensa, la Sele se juega mucho en este compromiso, que será la despedida de Rusia 2018, porque carga en la espalda dos marcas negativas que intentará derribar para marcharse con dignidad de la cita mundialista.
Es la única escuadra que no registra goles en el torneo, un dato que empaña la imagen de la Tricolor por donde quiera que sea vea. Más si se saca a colación que en todas las apariciones ticas en la máxima fiesta futbolística anotó. Lo hizo en Italia 90 en el debut, en Corea-Japón 2002, en Alemania 2006 y en Brasil 2014.
El otro dato pesado que la Sele buscará romper es salir con puntos. Hasta hoy solo en Alemania 2006 el combinado nacional se fue en blanco. De hecho, esa es la participación más deficiente de la Nacional en copas del mundo.
La historia parece muy similar. Para aquella cita germana la Sele venía de hacer un buen papel en Corea-Japón, donde pese a no clasificar a octavos de final mostró un fútbol con una propuesta alegre y valiente, tan así que el duelo ante Brasil que terminó 5 por 2 en contra fue catalogado como el mejor de ese Mundial, y solo un gol separó a aquel grupo plagado de grandes figuras de la otra ronda.
Ahora la Tricolor viene de firmar su mejor participación en mundiales, en Brasil 2014, cuando llegó a cuartos de final con el 80% de jugadores que repitieron para Rusia 2018, donde el equipo dirigido por Óscar Ramírez ha mostrado una cara muy deficiente de la mediacancha hacia adelante.
Para Costa Rica no tener aspiraciones de clasificar a octavos de final ya es un fracaso y ahora se concentra en evitar un papelón más grande que la haga estar en boca de todo el mundo.
CAMBIOS
Los jugadores y cuerpo técnico tienen claro que salir por la ventana no es bueno, por eso se proponen anotar como sea, porque eso significará estar más cerca de la victoria.
Aunque en los dos partidos anteriores y en los últimos dos fogueos previos el aparatado ofensivo del combinado costarricense fue muy deficiente; no ha funcionado.
Los futbolistas entienden que las marcas negativas que arrastran no son buenas y por una cuestión de orgullo saldrán hoy a la cancha del estadio Nizhny Novgorod, de la misma ciudad, con la consigna de sacar un buen resultado.
Además, porque pretenden ocupar una posición más decorosa, no entre las últimas como fue en Alemania 2006. Todo eso suma para la imagen de una Selección que se ganó el respeto del mundo futbolístico hace 4 años, pero esta vez no fue ni la sombra de aquel equipo.
De igual manera entienden que el partido no será sencillo, enfrente está una urgida Suiza que tiene que ganar o mínimo empatar para asegurar el boleto a la otra ronda. Los suizos no se jugarán el chance de aventurarse por un empate, sino que saldrán a la gramilla a forzar el gane para evitar una sorpresa.
Es una selección con buena dinámica en ofensiva, con hombres importantes como Shaqiri y Xhaka, que maneja un pressing muy marcado y con muchos movimientos para llegar al marco contrario.
Mientras que Machillo no se saldrá del esquema de juego que ya presentó, con línea de 5 en el fondo, dos contenciones, dos hombres abiertos y un punta.
En cuanto a variantes el seleccionador anunció a Kendall Waston como estelar, por lo que Acosta o Duarte serán los sacrificados, en vista de que Giancarlo González ha sido de los puntos altos en el combinado patrio.
El resto de la formación dependerá de la evolución de 4 futbolistas, que Ramírez no quiso identificar en la rueda de prensa, pero que están golpeados y dependerá de la recomendación del doctor para ver si pueden ser tomados en cuenta.
