El Museo de Arte Costarricense muestra en sus alas una exposición de Álvaro Bracci, artista italiano que lleva 48 años de vivir en el país y quien quiso compartir con el público la esencia de su trabajo.
“La exposición es una retrospectiva a mis 50 años de trabajo de las obras plásticas, lo que hay es una resumen cronológico y temático de mi obra”, expresó Bracci.
Cerca de 70 obras, como una gran cantidad de pinturas de hasta dos metros, ejecutadas por este excelente artista pueden disfrutar quienes se acerquen hasta dicho recinto.
“En el ala central del Museo hay una obra que representa el Nuevo Testamento, que se llama ‘Una historia para siempre’. Hay políptico, hay tríptico”, agregó el artista.
Dicha exposición se mantendrá hasta setiembre, para que muchas personas puedan contemplar las diferentes pinturas que este artista elaboró, su gran mayoría en Costa Rica.
Gina Marín, asesora nacional de Arte y Cultura, mostró su alegría de poner al alcance de los costarricenses esta importante obra caracterizada por las líneas fuertes, así como por colores dorados y naranjas.
“Siguiendo con el atractivo predominante del color, también etimológicamente esta relación de colores y de forma tiene otra alianza, la palabra naranja, principalmente relacionada a la fruta como tal, deriva del sánscrito naranja, una lengua clásica de la India, e indoeuropea, de las lenguas más antiguas documentadas, después del hitita y el griego micénico. El sánscrito se usa actualmente como lengua litúrgica en el hinduismo, el budismo, entre otras religiones que motivan la reflexión”, comentó Marín.
En la exposición también hay algunas piezas de cerámica, las cuales, según el artista, son solo una pequeña muestra para hacer reflexionar sobre el uso de este material. “Es una nota de atención, que muchas veces no recibe la atención que merece y se está perdiendo”, expresó Bracci.