Cansados de que las autoridades nacionales no hagan nada con respecto al tema de Uber, los taxistas del país planean lanzarse a huelga y tomar las carreteras nacionales en una semana.
Lo anterior tras no lograr conseguir una audiencia con el nuevo jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Rodolfo Méndez Mata, durante los próximos 7 días.
Así lo comentó Rubén Vargas, secretario general de la Unión Nacional de Taxistas (UNT), quien admitió que pensaban realizar primero la movilización, pero prefieren entablar antes el diálogo con el nuevo jerarca.
“Queremos reunirnos con el nuevo ministro y su viceministro antes de lanzarnos a la calle, ya hicimos la solicitud de reunión y esperamos obtener una en los próximos días”, externó.
“De no lograr obtener la reunión, someteremos en la junta directiva de la dirigencia de los taxistas las medidas a tomar, entre las que no se descarta el lanzarnos a la calle a marchar”, agregó.
De acuerdo con Vargas, la mejor manera de enfrentar el tema es mediante el diálogo, en especial debido a que Méndez Mata no es ajeno al puesto y conoce sobre el asunto.
MARCHA ESTÁ PLANIFICADA
De llevarse a cabo una manifestación, los taxistas ya han pensado en varios detalles, como los sitios de salida y cuáles puntos podrían visitar durante la movilización.
Por ejemplo, los miembros de la Fuerza Roja saldrían de varios puntos del país y se encontrarían en las afueras del MOPT, para luego tomar rumbo hacia Casa Presidencial en Zapote.
Lo anterior para llamar la atención del nuevo jefe de Estado, Carlos Alvarado Quesada, y se podría realizar durante la celebración del Consejo de Gobierno, actividad efectuada los martes generalmente.
Sin embargo, no descartan que pueda darse cualquier otro día de la próxima semana, ante una negativa de su petición.
Uber opera en el país desde el 21 de agosto de 2015 y, aunque se ha dado la detención y decomiso de algunos de sus vehículos, estos siguen operando, lo que, aseguran los taxistas, ha afectado sus ingresos, disminuyéndolos hasta en 60%.
A raíz de la llegada de este servicio y la lucha suscitada, se han producido agresiones físicas contra ciudadanos y daños a la propiedad privada en ambos bandos, así como el arresto de choferes de taxi durante marchas y protestas.
