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Espectáculos

El museo de las obras malas

  • Primera pieza de la colección: "Esta pintura plantó por sí sola la semilla que finalmente se convirtió en Moba. El movimiento, la silla, el balanceo de su pecho, los sutiles matices del cielo, la expr

  • En esta, denominada “Charlie and Sheba”, la notita explicativa del museo dice: "Sin poder tolerar más sus ladridos incesantes, Charlie la Ardilla usa una tirita para sellar la boca de Sheba el Perro P

  • “Blue Mushroom Man”, según su descripción: "Posibles setas de la familia de los boletus en la esquina derecha superior y brotando de la parte alta de su cabeza. Un montón de melenas de león salen de s

  • Según uno de los precursores de Moba: "El arte malo es como la pornografía: lo reconoces en cuanto lo ves".

Estados Unidos. (SEP).- Entre esas curiosidades que hay desperdigadas por el mundo nos hemos encontrado de todo, desde islas dedicadas por completo a un espécimen como gatos o conejos hasta hoteles cuyas habitaciones están en el fondo del mar, en una cueva, en un árbol, en un tubo gigante, en una barrica de vino, transparentes, hechas de sal, de hielo, de arena... 

Ni hablar de los museos, esos que alguna vez simplemente nos hacían imaginar colecciones de arte invaluables, esculturas, pinturas o reliquias muy valiosas, hoy en cambio hay hasta de papas fritas.

Precisamente, dimos con uno muy particular, donde se resguardan y exhiben obras "demasiado malas como para ser ignoradas". 

Así como lo lee, se trata del “The Museum of Bad Art”, una galería que nació un día de 1994, cuando Scott Wilson, un anticuario estadounidense, se encontró un cuadro en el basurero. 

Su idea era deshacerse de la pintura y vender el marco, pero su amigo Jerry Reilly insistió en quedarse con ella. Pronto, se hicieron con más obras que otros descartaban, hasta formar una colección e inaugurar el Moba (Museum of Bad Art) o Museo de Arte Malo. Un calificativo bastante efímero, si tomamos en cuenta que lo que para unos no dice nada, para otros es una cátedra. 

 

"ESPÍRITUS AFINES"

Pero bueno, de tal forma iniciaron con la misión de “recopilar, exhibir y celebrar arte demasiado malo como para ser ignorado". 

Desde entonces preservan y comparten la labor de artistas cuyo trabajo no sería mostrado ni apreciado en ningún otro lugar, y su colección comenzó a llamar la atención de otros "espíritus afines".

Entonces la mujer de Reilly, Marie Jackson, comenzó a escribir notas explicativas al pie de cada muestra, para ayudar a los interesados a entender las piezas. Pasado un tiempo, el grupo decidió publicar un CD con un paseo virtual a través del museo, además de lanzar una web. 

Seguidamente el fotógrafo Tom Stankowicz se unió al equipo, hasta que en determinado momento la idea empezó a captar la atención de medios y pronto el sótano de casa les resultó pequeño.

Apremiados por el interés que estaba suscitando la reunión de muestras y por el creciente espacio que ocupaba, lo trasladaron a una sala de cine experimental inaugurada en 1927, a las afueras de Boston. Así, la colección -una vez más, situada en un sótano- puede ser visitada cada vez que el cine está abierto de forma gratuita, tanto si compras una entrada como si escribes a [email protected].

 

LA COLECCIÓN

Lo más importante es que debe ser arte, dice uno de los precursores del museo, sin embargo, ¿cómo se decide qué obras son lo suficientemente malas como para poder formar parte de tan particular grupo de piezas?

Según explica un vocero del grupo, "para nosotros, esto significa que debe ser sincero y original. Y algo debe haber ido mal en su ejecución, pero debe ser algo que asegure que los resultados compongan una imagen convincente, cautivadora. Como en los museos tradicionales, al final es el comisario el que decide. Cuando al conservador de arte, Michael Frank, se le pide que explique el criterio que sigue para añadir nuevas obras a la colección permanente, sencillamente responde: ‘El arte malo es como pornografía, en el sentido de que es difícil expresar qué es lo que lo define: solo lo sé cuando lo veo’".

Algunas de las obras que albergan han sido creadas por artistas con talento que estaban intentando algo nuevo, o que cometieron un error de juicio que acabó resultando en una pieza interesante para el museo. Otros, solo son la consecuencia de "gente que apenas sabe por dónde se coge un pincel, pero su pasión y entusiasmo dan lugar a una obra demasiado mala como para ser ignorada".

El comisario del museo visita tiendas de segunda mano, mercadillos y las típicas "ventas de garaje" norteamericanas, tanto en Estados Unidos como en Europa y el Caribe, donde logra encontrar algunos ejemplares, mientras otras piezas, son donadas por amigos que el museo tiene en todo el mundo, quienes le envían una foto de la obra que han encontrado "en la basura, en casa de su abuelo muerto o en un rastrillo" y se hacen cargo de los gastos de envío.

No obstante, la fuente de arte más interesante pareciera ser la formada por los propios artistas: "Al principio, nos asombraba que quisieran que expusiéramos sus obras, pero nos hemos dado cuenta de que lo que los creadores quieren, por encima de todo, es que se muestre su trabajo. Nosotros los acercamos a una audiencia y celebramos sus esfuerzos. Además, si los rechazamos, pueden pensar que en realidad su trabajo no era tan malo".

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Miércoles 25 Abril, 2018

HORA: 12:00 AM

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