Soy una mujer separada de 29 años. Hace unos días leí en esta columna de una mujer que en el embarazo le dan muchas ganas de tener relaciones. A mí me pasa igual, pero siempre he sido así. Esté o no esté embarazada, siempre tengo muchas ganas de tener relaciones. Por mí, tendría relaciones todo el tiempo. Cuando estaba recién casada, tenía tres y más relaciones diarias. Cuando se lo cuento a mis amigas, ellas me dicen que debo tener algún problema.
Tradicionalmente se consideró que la mujer no debía tener ninguna iniciativa sexual, se pretendía que fuera un ser pasivo al servicio de las necesidades masculinas. Con la revolución sexual vivida en los años sesenta, la comunidad científica se dio cuenta de que la mujer tiene un enorme potencial sexual que, aun cuando sorprenda, supera con creces al potencial masculino.
Por eso, es común que muchas mujeres sean muy activas sexualmente, tanto por el deleite experimentado, por la iniciativa a la hora del acto sexual, así como por la elevada frecuencia de relaciones sexuales que ansían tener. En general, la mujer ya no es aquella mujer marginada del gozo sexual, más bien, es una mujer que ve con buenos ojos el acto sexual, se muestra deseosa y dispuesta a los encuentros íntimos.
En nuestra cultura, la mayoría de hombres y mujeres no tienen la posibilidad de mantener esa cantidad de relaciones sexuales diariamente por razones de tipo laboral. En general, la población no encuentra los espacios a lo largo de la semana para dedicárselos a la intimidad. Así, la frecuencia de relaciones sexuales en nuestro país es en promedio de dos por semana, cifra que hace eco con la cantidad de relaciones en el resto de los países occidentales.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Viernes 23 Marzo, 2018
HORA: 12:00 AM
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