Lo que comenzó como una noticia criminal en proceso terminó con un hombre muerto por presuntas amenazas a la autoridad y su hermano detenido, ya que portaba uno de los brazaletes que monitorea el Ministerio de Justicia.
Los hechos se registraron en el Super Aurora de Alajuelita, cuando Axel Eduardo Zamora Gangalaya, de 26 años, era perseguido por una pareja de Linces pues andaba armado cerca de la escuela del lugar y era peligroso.
Zamora, al verse acorralado, se metió a la pulpería, sacó su arma y le apuntó al oficial de la Fuerza Pública. El policía, bajo la amenaza de perder la vida, le disparó al sospechoso y lo mató.
“Él se mete a una pulpería y lo que hace es sacar el arma y apuntarle al oficial de Unidades Especiales. El oficial repele la agresión disparando y el sujeto muere en el sitio”, sostuvo Carlos Hidalgo, jefe de prensa del Ministerio de Seguridad Pública.
ÁNIMOS CALDEADOS
La acción de defensa de los oficiales, al darle muerte a Zamora, causó el revuelo en la gente, que empezó a dispararle a la policía con ametralladoras y pistolas desde varios puntos, lo cual provocó un caos.
De inmediato, la respuesta no se hizo esperar y rápidamente el lugar estaba cubierto por más de un centenar de agentes del orden, incluidos equipos tácticos como la Unidad Especial de Apoyo (UEA), Linces y antimotines.
Pero aquello calentó más los ánimos, comenzó una lluvia de piedras y botellas contra las autoridades, quienes debieron lanzar gases lacrimógenos para repeler a los revoltosos.
La acción dejó detenidos. Entre ellos está un hermano del occiso identificado como Anthony Monestel Gangalaya, de 32 años, quien tras amenazar a la policía le dieron cacería y lo detuvieron.
“Cuando los dos oficiales intervienen ante la agresión legítima que estaban sufriendo y los vecinos ven que le disparan al sujeto, que fallece, lo que hacen algunas personas es tirarles piedras, palos, incluso disparos, se escucharon disparos, sin embargo, se refuerza inmediatamente con unidades especiales”, explicó Hidalgo.
EVACÚAN 1.600 ESTUDIANTES
Toda la acción policial también generó una alarma que terminó en histeria en el Liceo Teodoro Picado y el Centro Educativo Los Pinos, ubicados apenas a 50 metros de la escena.
Se evacuó un estimado de 1.600 estudiantes al resultar afectados por los gases lacrimógenos, que los oficiales usaron para repeler los ataques de los lugareños. El viento hizo de las suyas y la alerta llegó a los centros educativos.
Las autoridades escolares activaron de inmediato los protocolos de emergencia.
“Contamos con un plan de evacuación, por lo que decidimos llevar a los estudiantes a la zona más segura de las instalaciones como primer protocolo para resguardar la seguridad de ellos.
Posteriormente les comunicamos a los padres de familia para que retiraran a sus hijos del lugar”, manifestó David Johnson, director del liceo.
NIÑOS AFECTADOS
La población estudiantil del liceo es de 850 jóvenes y en la escuela reciben clases 800 menores.
Precisamente los más pequeños fueron los más afectados en lo emocional y muchos de ellos vomitaron producto de los gases.
“Tiraron gases estando los chiquitos recibiendo clases. Los niños vomitaron y fue una experiencia horrible para ellos porque son niños de 4 años y no sabíamos nada de lo que estaba pasando.
En la escuela había muchos niños recibiendo clases”, dijo la maestra de prekínder Guiselle Gamboa.
Gracias a la aplicación de WhatsApp, los padres de familia lograron coordinar el retiro de sus hijos de las instalaciones en forma inmediata.
“Nos pasaron un mensaje por los grupos de WhatsApp del colegio de que algo había pasado y que estaban tirando gases, por lo que debíamos llegar a recoger a nuestros hijos.
Mi hijo estaba afectado emocionalmente, además no podía respirar bien”, comentó Ingrid Jiménez.
ANTECEDENTES
Los dos parientes (muerto y detenido) no son unas santas palomas, pues ambos contaban con antecedentes criminales, según confirmaron en los ministerios de Seguridad y Justicia y Paz.
En el caso del fallecido, Zamora Gangalaya, salió de prisión en noviembre del 2017 tras cumplir una condena de 5 años y 4 meses por robo y tráfico de drogas.
Mientras Monestel Gangalaya, que vive a 100 metros de donde quedó su hermano sin vida, fue detenido y lo pasaron a Flagrancia por amenazas a la policía e incitar a la gente a lanzar piedras.
Además, Monestel tiene antecedentes policiales por portación de drogas y fue pasado en 2012, 2013 y 2016; asimismo, por incumplir medidas de protección en 2012 y 2013 por irrespeto y desobediencia a la autoridad.
De hecho, también cuenta con cargos por el delito de robo agravado, impuesto por el Tribunal Penal de Juicio de Heredia, lo que provocó que ingresara al sistema carcelario el 28 de junio del 2017. Por lo anterior le otorgaron el beneficio de portar un brazalete, mismo que llevaba al momento de su captura.
GOLONDRINAS SUELTAS
Esta nueva detención de Monestel pone una vez más en entredicho el dudoso beneficio que defiende a ultranza el Ministerio de Justicia y Paz, pero son más que evidentes los malos resultados de esas bondades que otorga.
Monestel no fue la única golondrina que detuvieron las autoridades, ya que en la Zona Norte también cazaron a otra que se encuentra en la lista de los 10 más buscados.
La captura la hicieron agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de La Fortuna en San Carlos (ver recuadro).
Al final los ánimos se calmaron y las autoridades judiciales hicieron el levantamiento del cuerpo.
La policía salió sin mayor complicación.
PERIODISTA: Alexander Méndez
CRÉDITOS: Fotos: Randall Sandoval y Herbert Arley
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Martes 20 Marzo, 2018
HORA: 12:00 AM