El esguince de tobillo es una lesión bastante común, con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado se puede acelerar la curación y disminuir la probabilidad de lesión recurrente.
El tobillo se puede lesionar no solo con prácticas de deportes varios; sino también con actividades normales de la vida diaria, pero muchas veces estas lesiones no las tomamos con seriedad. Sin embargo, muchas veces sí resultan ser importantes, hasta el punto de producir largos periodos de incapacidad laboral y deportiva. El diagnóstico, evaluación y tratamiento oportuno ayudan a acelerar la curación y limitar la incapacidad al reducir la probabilidad de reincidir.
La mayoría de las lesiones del tobillo son resultado de un movimiento de torsión en el que el pie se coloca bruscamente en posición de flexión plantar e inversión; lesionándose el ligamento taloperoneo y en segundo lugar los ligamentos calcaneoperoneo.
La evaluación clínica comprende la interrogante: ¿cómo sucedió? Para ellos, se debe hacer examen físico y radiológico, con el fin de descartar fractura.
Al principio, el edema y la hipersensibilidad estarán localizados en el área traumatizada, pero en el transcurso de 24 a 48 horas el edema resulta más difuso y costará más localizar la lesión. Debe anotarse si hay restricción de la movilidad de la articulación o dolor intenso al apoyar el pie o si el paciente escuchó un ruido seco en el momento de la lesión, todos estos signos indican que la lesión es más seria.
El tratamiento y la rehabilitación de un esguince de tobillo es un plan integrado que garantiza la curación de los tejidos lesionados mientras limita la atrofia, la rigidez articular, mantiene la fuerza y la coordinación muscular. La meta del tratamiento es una curación normal de los ligamentos y un pronto retorno a las actividades cotidianas con un mínimo riesgo de recidiva.
Un esquince grado 1 donde hay dolor agudo, edema progresivo, movimiento del tobillo limitado por el dolor, dolor al apoyar el pie. El tratamiento es hielo durante 20 minutos cada 2-4 horas, elevación del tobillo, analgésicos y desinflamantes.
Un esquince grado 2 o 3 generalmente requieren inmovilización con férula, yeso, o, si existe una fractura desplazada del maléolo lateral, es necesario recurrir a la reparación quirúrgica o algunos hacen tratamientos más conservadores.
La rehabilitación empieza cuando el paciente no sienta dolor. La acupuntura es un excelente tratamiento para este tipo de lesiones ya que hay una técnica que ayuda a desinflamar muy rápidamente el tobillo y alivia el dolor; la magnetoterapia también es muy desinflamatoria; si la combinamos con ultrasonido, láser y algunas corrientes interferenciales, obtendremos una recuperación muy pronta y efectiva.
*Código: 2733
Especialista en Medicina del Deporte
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Lunes 19 Marzo, 2018
HORA: 12:00 AM