El baloncesto nacional sigue a años luz de ser profesional. Los jugadores a nivel de primera división tienen como prioridad trabajar y en segundo plano la disciplina que los apasiona, porque en Costa Rica ningún equipo baraja salarios competitivos para dedicarse solo a jugar básquet. En la mayoría de casos lo que se manejan son dietas que a los atletas les alcanza si acaso para los traslados a los entrenamientos.
Incluso esa desigualdad económica de los equipos también fue en detrimento de la Federación Costarricense de Baloncesto (Fecoba), puesto que la calidad del producto bajó a la hora de salir a mercadearlo, porque solo uno o dos equipos tenían la posibilidad, basados en salarios llamativos, de conformar nóminas casi invencibles, teniendo como resultado un torneo aburrido y predecible.
Están los que creen que la salida de Ferretería Brenes Barva abaratará de nuevo el mercado. Pero mientras esa hipótesis aterriza, la Fecoba se ha encargado de lanzar redes a nivel de liga menor para a mediano o largo plazo contar con un mejor producto.
Así fue cómo nació la figura de un comisionado nacional de baloncesto, que tiene como visión masificar el baloncesto a nivel nacional sembrando semillas para la captación de nuevos talentos. Y el objetivo no es otro que formar jugadores para nutrir los diferentes equipos y como consecuencia directa, contar con mejores selecciones nacionales.
Guillermo Durán, del equipo de Escazú, es en quien recayó el estandarte de comisionado de la Fecoba para fortalecer las divisiones menores, proyecto que este 2018 cumple 3 años.
“En estos dos años hemos sumado, año a año se ha logrado que la Federación vaya a los lugares. Ejemplo puntual es Talamanca, que hace dos años que la Federación llegó al lugar, les llevamos implementos deportivos y gracias a ese acercamiento Talamanca va por su tercer año a participar en el campeonato nacional de liga menor”, mencionó Durán a DIARIO EXTRA como una rendición de cuentas de los resultados obtenidos.
En lo personal considera que el proyecto va encaminado a ser exitoso, de hecho, sostiene que ya van viendo resultados positivos a vista de todos. Esto con una adecuada gestión con que crearon consciencia que solo el trabajo llevará al baloncesto al de antaño, que contaba con gimnasios llenos a nivel de primera división y hoy en día extraña tanto ese público como a los diferentes patrocinadores.
“Se creó la conciencia dentro de la Federación que a los equipos hay que ayudarlos, entonces lo que se hizo fue no cobrarles carnet, se les ayudó con los arbitrajes en algunos casos y con trasportes.
Además, cuando vienen a jugar a San José se les da el hospedaje, esto gracias a la coordinación con el Icoder, que tiene albergues”, apuntó Guillermo Durán, quien señala que la meta para este año es superar los 175 equipos que participaron en 2017 en los torneos de liga menor, así como sobrepasar los 755 partidos (ver nota página 27).
“A ese número hay que sumarles a los padres de familia, a los abuelos, otros familiares, lo que se convierte en una gran masa en el baloncesto”.
FECOBA DEJÓ DE SER ESTÁTICA
El comisionado está convencido de que parte del éxito actual en el programa de divisiones menores se basa en que la Federación dejó de ser estática para moverse a los diferentes rincones del país.
Esas constantes visitas reforzaron la teoría de que el mejor biotipo de jugador de baloncesto está en la provincia de Limón, pero además se dieron cuenta de que Guanacaste también produce buenos jugadores con la estatura indicada.
“Ese es el éxito, porque hemos logrado captar jugadores de otro nivel de estatura, de tamaño, porque para nadie es un secreto que zonas como Talamanca y Limón tienen el biotipo de jugadores para practicar baloncesto, pero nos dimos cuenta que Liberia ha sacado jugadores de 15 años ya de 1,80, lo que nos indica que por la zona de Guanacaste también se están produciendo jugadores y jugadoras de mucho talento y con buen biotipo.
Incluso muchos
Por eso la Fecoba se ha propuesto identificar más lugares en procura de que la masificación de la disciplina sea mucho más efectiva.
RIVAL
En busca de la meta la parte económica se vuelve un serio rival. Para nadie es un secreto que la ayuda estatal a los diferentes deportes no es la suficiente para lograr un acelerado crecimiento y que la empresa privada invierte poco en lo que no sea fútbol.
Y que la misma Federación traslada sus mayores ingresos a la primera división.
De ahí que la gestión de la Fecoba en materia de liga menor va dirigida en buscar la manera de minimizar costos. Guillermo Durán explicó que esa parte la están logrando con el formato de campeonato, que es a modo de festival deportivo.
Se definen distintas sedes que cobran un monto igualitario por entrada, además los equipos locales administran la soda para generar ingresos que invierten en sus mismos equipos.
La ayuda mutua es tal que por ejemplo cuando los equipos del Valle Central visitan zonas alejadas compran los almuerzos en la soda, que además les salen más baratos.
La Federación también piensa en contar con árbitros locales para no tener que trasladarlos desde la Meseta Central, incluso una de las propuestas es apoyarse en profesores de educación física.
Además, el ente federativo en muchos casos colabora con el pago de trasporte y hospedaje a los equipos que vienen de lejos.
“El banco del baloncesto son 4 patas que tenemos que cubrir bien, que son jugadores, dirigentes, árbitros y entrenadores.
Y si esas 4 patas están conectadas vamos a tener un buen baloncesto. Lo que queremos es que se dé una armonía para minimizar costos para crecer como un todo”.Durán argumenta que la Federación tiene claro que “la liga menor es el cimiento para el día de mañana ver bonito el edificio y tener un buen producto”.
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CRÉDITOS: Fotos: Carlos Barquero
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Miércoles 21 Febrero, 2018
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