Soy una mujer de 19 años. Yo siempre veo su programa y le he escuchado decir que la regla no debe doler y que tampoco se debe sangrar mucho. A mí me pasa que el sangrado me dura hasta diez días, sangro mucho y la sangre sale en pelotas y el dolor no se me quita ni tomando analgésicos. Prácticamente, cada vez que me baja no puedo ir a la universidad. Mi mamá me cuenta que tanto ella como mis tías siempre ha tenido reglas así.
Para la humanidad, la menstruación siempre fue un misterio. Las primeras culturas creían que este sangrado era una especie de enfermedad y muchas sociedades la consideraban un castigo divino. Es claro de entender esta postura, todavía hoy muchas mujeres sangran grandes cantidades durante varios días al mes y experimentan dolores terribles. Son tan comunes las alteraciones menstruales que muchas personas no consultan porque creen que es normal. En realidad, la ciencia es clara en indicar que la regla debe durar tan solo tres a cinco días, el sangrado normal debe ser de escaso a moderado, pero nunca abundante ni con coágulos, y puede acompañarse de una leve molestia, como una especie de desconsuelo.
Los sangrados abundantes, prolongados o intermitentes, así como el dolor severo, suelen ser producto de alteraciones ginecológicas entre las que figuran los problemas en los ovarios, la matriz o de ciertas hormonas. Recordemos, además, que las reglas abundantes pueden provocar cuadros de anemia que debilitan a la mujer, le afectan el estado de ánimo, le quitan el empuje cotidiano y le repercuten en el rendimiento sexual. De igual manera, el dolor menstrual severo prácticamente impide las actividades diarias, sean sociales, laborales, académicas o deportivas.
Afortunadamente, hoy la ciencia cuenta con tratamientos simples y efectivos para la inmensa mayoría de estos trastornos.
